Porque lo notan, ¿verdad? Hay que ver, en octubre y empapados en sudor por las noches, la pereza que da levantarse de la mesa después de comer. Que esto no es Caracas, pero lo parece, porque Bilbao está viviendo uno de los diez octubres más calurosos de los últimos 62 años. Este martes teníamos al mediodía 31 grados de temperatura en Sondika, según los datos oficiales de la Agencia Estatal de Meteorología en el País Vasco.

Desde que se empezaron a hacer mediciones diarias de temperatura, en 1947, sólo ha habido diez años en los que el mercurio en octubre ha alcanzado esa cota de los 31 grados. En los restantes 50 años, jamás se llegó a estos niveles.

¿Por qué este calorazo? Desde el domingo hay una borrasca estancada en el oeste de Portugal. Esto nos trae viento sur, y se crea lo que se llama efecto Foen. Describe este fenómeno Margarita Martín, delegada en Euskadi de la Agencia de Meteorología: «El viento sur llega a la cornisa cantábrica. Descarga la humedad en la cara sur, y únicamente pasa a la ladera norte viento seco y cálido. Por eso en Álava llueve estos días y en Vizcaya, no».

El récord absoluto de octubre tórrido lo tiene el año 1985, cuando el día dos de ese mes los termómetros marcaron 33,4 grados.

En la mañana del miércoles seguiremos sufriendo esta inusitada bocanada de calor, entre nubes y claros. Pero será el último día. A partir del mediodía llegará una masa de aire fresco que cubrirá los cielos e incluso podrá traer algo de lluvia, sobre todo en el interior. A partir del jueves y hasta el fin de semana las temperaturas empezarán a caer y las nubes y lluvias serán las protagonistas.

Eso sí, Margarita advierte de que el viento sur en estas fechas es muy corriente, y que puede volver de aquí al 15 de noviembre.

Viento de locos

Pero, ¿eso de que el viento sur enloquece es cierto, no? «Sí, sí, hay estudios al respecto. Cuando hay viento sur se altera la carga eléctrica del aire. Se crea más ozono y se gana conductibilidad eléctrica. Eso afecta a los nervios, según constatan estudios científicos», explica la meteoróloga Margarita Martín.

Y cuenta una interesante anécdota. «En Suiza el fenómeno del viento sur es muy severo. Con los Alpes a 4.000 metros de altura, el aire se seca y calienta más aún en el valle. Espero no dar malas ideas a nadie, pero en ese país el viento sur es eximente en los juicios», relata divertida.

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