Hay crisis y hay que dar ejemplo. La Mesa del Congreso y la del Senado (el órgano rector en ambas Cámaras) han decidido que este año no haya cestas de Navidad. Se acabó el jamón, el cava y los turrones.

Hasta ahora, los diputados y los senadores, los ujieres, los policías y funcionarios que allí trabajan, incluso los periodistas que cubren la información parlamentaria, eran agasajados cada Navidad con una cesta valorada entre 80 y 100 euros. En total, se repartían unas 3.000 cestas por un valor aproximado de 400.000 euros.

Pero a pesar de este importante ahorro, el Congreso no ha dudado en ampliar en 5 millones el presupuesto destinado para construir un parking bajo la Carrera de San Jerónimo. El 7 de diciembre de 2008, aprobó construir un aparcamiento sólo para autoridades. Tendría 200 plazas y costaría 8 millones.

La Cámara Baja ya cuenta con tres plantas subterráneas con 300 plazas destinadas para diputados y funcionarios. Insuficientes, ya que el Congreso también abona unos 250.000 euros anuales a otro parking privado, el de la plaza de Las Cortes, para que trabajadores y periodistas puedan aparcar allí.

Coches en tercera fila

Pero no hay espacio para todos. De hecho, cuando el presidente del Gobierno, sus ministros, sus secretarios de Estado y otros asesores (todos con coche oficial) acuden al Congreso, es frecuente ver la Carrera de San Jerónimo con vehículos en segunda y hasta tercera fila.

Por eso, el Congreso no dudó en ampliar el presupuesto y el 28 de julio adjudicó a las empresas Sacyr y Ferrovial la construcción de ese aparcamiento, no ya por los 8 millones previstos, sino por un montante total de 12.885.194 euros, 5 más de lo que se estipuló en un principio. Al final, el parking tendrá 262 plazas. El Congreso ha llegado a dar 1.700 autorizaciones de aparcamiento.