Un aparatoso accidente de tráfico registrado ayer por la tarde en la carretera N-120 ha provocado que algunas de las cajas de calamares congelados que transportaba acabasen en el río Miño, donde ya se han instalado dos tipos de barreras para prevenir la contaminación del cauce fluvial.

Según explicaron a Europa Press fuentes de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil, antes de retirar el camión, que se había despeñado hasta el cauce del río, se colocaron barreras de contención para que las cajas de calamares y sus plásticos no se fuesen río abajo, y barreras de absorción para evitar un vertido del combustible del vehículo.

Las muestras de agua tomadas ayer y hoy revelan que "no se vertió casi nada" y que por el momento no hay afección al cauce fluvial ni a su fauna, ni se ha percibido ningún nivel alterado, aunque se practicarán nuevas analíticas y las barreras se mantendrán hasta que haya "una certeza absoluta" de que la situación está totalmente normalizada.

Por su parte, dos grúas se encargaron de retirar esta mañana el camión siniestrado, que se despeñó hasta el río tras chocar contra un turismo, cuyo conductor sufrió heridas de carácter grave. Asimismo, el accidente provocó el corte de la circulación en ambos sentidos en el kilómetro afectado, por lo que la Guardia Civil habilitó desvíos por la C-546 sentido Monforte y por la N-120 sentido Ourense en los puntos kilométricos 558 y 550.