España es una máquina perfecta. Esa es la conclusión que ha grabado a fuego el combinado nacional de baloncesto en la final del Eurobasket de Polonia 2009, en la que arrolló a Serbia con un juego espectacular (85-63) y en la que se colgó el oro por primera vez en su historia, después de seis finales perdidas.

Con este triunfo, el equipo de Sergio Scariolo se vengó de la derrota ante Serbia en el primer partido del torneo (66-57) y del mal sabor de boca resultante en la final del Eurobasket de Madrid 2007, cuando Pau Gasol falló la canasta decisiva ante Rusia en el último segundo.

Una vez más, España fue un huracán desde el comienzo, como ya ocurriera en los partidos ante Polonia, Francia y Grecia, evitando así la posibilidad de que surgieran las mismas deficiencias de los primeros partidos del torneo.

Pau Gasol y Navarro no faltaban a la cita y desde el minuto uno se erigían como los responsables, marcaban la cadencia y lideraban al equipo. Además, los triples se convertían en la autopista hacia el oro (4 de 7 en el primer cuarto) y, en apenas un suspiro, 'la roja' se iba en el marcador diez puntos arriba, gracias también a los rebotes cogidos y a la intensidad defensiva. A ello se sumó el acierto de Rudy, lo que propulsó al equipo al final del primer cuarto (24-14).

España no dio tregua en el segundo periodo, que apretó los dientes aún más y peleó cada balón para intentar senteciar el choque al descanso. Fundamental en esos minutos el trabajo de Felipe Reyes (7 puntos y 8 rebotes) y Pau Gasol, bajo los aros, que favorecieron el juego rápido y el contraataque con el que tanto disfruta este equipo. Esto facilitó que la renta se disparara a los 26 puntos, dando paso al juego de salón marca de la casa de los de Scariolo (52-26).

Relajación y ventaja máxima

La reanudación dio algo de frescura al conjunto serbio y España perdió ventaja paulatinamente, hasta que Felipe Reyes, Ricky Rubio y Marc Gasol cortaron de raíz un parcial 6-14, que había hecho surgir alguna duda en la circulación de juego española.

De ahí en adelante, España se soltó, dejó escapar toda la tensión acumulada durante el campeonato y demostró por qué este equipo sigue siendo de los mejores del mundo, con un recital de asistencias, mates y alley oops, y cifrando la renta máxima en 29 puntos (79-50).

La batuta de Pau Gasol siguió marcando el ritmo de juego del equipo (18 puntos, 11 rebotes) en los últimos minutos y España pudo colgarse finalmente el oro que tanto se le había resistido. Los 'juniors de oro' siguen haciendo historia.

Tras la final, Pau Gasol recibió el galardón de 'jugador más valioso' del torneo y Rudy Fernández entró en el quinteto ideal, junto a Pau, Erazen Lorbek (Eslovenia), Vasileios Spanoulis (Grecia) y Milos Teodosic (Serbia).

Ficha técnica

85 - España (24+28+15+18): Rubio (10), Navarro (12), Rudy (13), Garbajosa (3) y Pau Gasol (18) -equipo inicial-, Raúl (2), Marc Gasol (6), Reyes (7), Llull (5), Mumbrú (0), Cabezas (7) y Claver (2).

63 - Serbia (14+15+15+19): Tepic (2), Teodosic (5), Tripkovic (15), Krstic (12) y Velickovic (15) -equipo inicial-, Perovic (4), Macvan (0), Popovic (1), Paunic (1), Bjelica (0), Markovic (2) y Raduljica (6).

Árbitros: Romualdas Brazauskas (LIT), Lazaros Voreadis (GRE) y Shmuel Bachar (ISR). Sin eliminados.

Incidencias: Partido correspondiente a la final del campeonato de Europa de baloncesto, disputado en el pabellón Spodek de Katowice (Polonia) ante 10.000 espectadores. La Infanta Elena presenció el partido en compañía del secretario de Estado para el deporte, Jaime Lissavetzky.