El turismo estival ha caído bruscamente en Aragón, que se sitúa entre las comunidades más perjudicadas por la crisis, a pesar de la ampliación de plazas hoteleras. Sólo las casas rurales han registrado una ocupación de entre el 53,9% según la compañía de reservas Toprural.com y el 65% según datos de la Federación Aragonesa de Turismo Rural (Faratur). En verano de 2008 la ocupación  fue del 80% según Faratur y del 72%, según Toprural.com.

Sólo en julio, los alojamientos rurales de Aragón registraron 53.156 pernoctaciones, un 26% menos que en el mismo mes de 2008, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística.

La montaña, especialmente el Pirineo y las zonas de Gúdar-Javalambre y del Maestrazgo, son las que tienen más tirón entre los visitantes, mientras que las áreas más llanas, como el Jiloca o las Cuencas Mineras, han notado más el descenso de visitantes.

"Aun así la caída de turistas ha sido menor de la esperada en un principio y han venido menos días, pero en mayor número", subraya el presidente de Faratur, Jesús Marco.

La caída más acusada se ha dado en la capital aragonesa, donde en dos años el número de plazas ha subido de 7.000 a 11.000 para cubrir la demanda de la Expo.  La ocupación ha sido inferior al 50% y aun así sólo es un 10% más baja que la de ejercicios anteriores, ya que sigue pesando la tradición industrial  y de congresos de Zaragoza frente a su cara turística.

Algunos hoteles han cerrado en agosto con un 25% de ocupación, según la central de reservas de la DGA, Visita Aragón. Incluso algunos establecimientos como el Husa o el Hiberus han clausurado parte de sus instalaciones para hacer pequeñas reparaciones y distribuir las vacaciones entre la plantilla.

CONSULTA AQUÍ MÁS NOTICIAS DE TU CIUDAD