La foto de una modelo luciendo michelines sin complejos en la revista Glamour ha despertado un gran debate en EE UU, donde lectores y medios de comunicación han aplaudido la publicación de la fotografía y han comenzado a replantearse los canones de belleza.

La modelo en cuestión, Lizzi Miller, ha conseguido en muy pocos días toda una legión de admiradores que suspiran por esta veinteañera de 1,80 de estatura y 80 kilos de peso.

Las lectoras de Glamour se han sentido identificadas con Lizzi, han visto en ella a una mujer normal, la belleza que no aparece en las revistas pero sí al mirarse al espejo. De hecho, la modelo usa una talla 44-46, la media aproximada de la mujer americana.

De este modo, se ha reabierto el debate sobre los cánones de belleza actuales, que muestran siempre a modelos delgadísimas que en ocasiones rozan la anorexia (cuando no llegan a ella).

La joven ha conseguido una fama tal que ha sido invitada a numerosos programas de televisión. A raíz de este revuelo, la revista Glamour se está planteando usar más modelos como Miller, una decisión que parece lógica ya que su edición online ha superado las 200.000 visitas gracias a la publicación de la foto.

"Yo antes estaba acomplejada de mi panza en bikini porque no estaba plenamente en forma. Pero no es sólo lo físico. Si tú caminas por la playa en bikini con confianza y te sientes sexy, la gente te verá así también", cuenta Miller en el blog de la revista.

"La foto no es la más halagadora pero no está retocada. Yo estaba doblada y es real", explica.