Finalmente, y después de meses de reuniones, declaraciones y polémicas, todo va a quedar más o menos como estaba previsto en un principio. Será el tráfico de vehículos privados el que se soterre en el cruce entre la avenida de América y  Andrés Segovia. Y el metro y los autobuses irán por arriba, según informaron ayer la Junta y el Ayuntamiento, que era partidario de que fuera el metro el que se soterrara.

La solución acordada en ese punto es la siguiente: se hará un paso subterráneo de 530 metros para los coches en la calle Andrés Segovia, entre la plaza Fontiveros y la glorieta de Carlos V. Tendrá dos carriles en dirección Carlos V y uno en dirección Fontiveros.

Por su parte, tanto el metro como los autobuses irán por arriba, en plataformas separadas. Los buses tendrán un carril para cada sentido. Esta fórmula, según la Junta, no supondrá retrasos en los plazos previstos para terminar ese tramo del metro, aunque conllevará un sobrecoste de 40 millones de euros.

Por otro lado, el paso inferior del Violón se prolongará 100 metros más en dirección a Armilla y tendrá un carril por cada sentido, lo que, según la Junta, permitirá dar continuidad al tráfico del corredor formado por la calle Palencia, avenida de Barcelona, calle Jardín de la Reina y calle Arabial.

En este corredor se homogeneizará el acerado, manteniendo el mobiliario urbano existente, y dando lugar a una calzada de dos carriles por cada sentido, aparcamiento en línea y mediana con jardinera en la zona central.

Intercambiador

El tramo entre Río Genil y Parque de la Salud tendrá, aparte de la subterránea al inicio,  cinco paradas en superficie: Hípica, Andrés Segovia, Palacio de Deportes, Los Cármenes y avenida de Dílar.

En el entorno de la parada de Los Cármenes se construirá un intercambiador de autobuses urbanos, interurbanos y metro para facilitar el uso de los transportes públicos y se potenciará que se utilicen los aparcamientos de la zona.

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