Diez escritores españoles recomiendan sus lecturas preferidas para pasar el verano

  • De esos 10 escritores sólo dos se han recomendado a sí mismos.
  • El resto propone novela histórica, de suspense, de amor y clásicos.
  • Se cuela incluso algún ensayo y algo de poesía.
  • Un 21% de los españoles no lee ni un libro.
"Mujer leyendo", de Fernando Botero.
"Mujer leyendo", de Fernando Botero.
"Mujer leyendo", de Fernando Botero.

Sólo uno ha recomendado a Larsson. Y de Ildefonso Falcones y su última obra, La mano de Fátima (Plaza & Janés), ni palabra. Los dos best seller que más veremos en la playa este verano apenas figuran entre las recomendaciones literarias de los diez escritores españoles (representativos de muy diversos tipos de literatura) a los que 20 minutos ha consultado con el fin de proponer una variada gama de lecturas.

Un temerario intento sin duda de mejorar el dato que el Barómetro del CIS daba el pasado mes de junio: el 21,6 % no lee nunca y de los restantes, la mayoría sólo lee de dos a cuatro libros al año. Seguramente la mitad de ellos en esta época del año: las ansiadas vacaciones.

De los diez escritores que nos han hecho sus personales recomendaciones, sólo dos se han recomendado a sí mismos, y uno apenas cuenta, porque su labor ha sido la de antólogo. El resto ha elegido novela histórica, de suspense, de amor y, por supuesto, clásicos: desde Shakespeare hasta Tolstoi.

Se ha colado, incluso, algún ensayo, como el destacado por Isaac Rosa, En el espacio leemos el tiempo, y para sorpresa de más de uno ha habido un interesante hueco para la poesía. El gran ausente (aunque ha contado con un par de menciones) ha sido el género que peores tiempos vive: el relato.

LAS PREFERENCIAS VERANIEGAS DE 10 AUTORES ESPAÑOLES

Antonio ColinasAntonio Colinas

Recomendaría libros que yo mismo estoy leyendo, como una misteriosa novela de Mircea Eliade, Tiempo de un centenario (Alianza).

Otra de las obras que recomiendo es Álbum, de Juan Ramón Jiménez, un hermoso libro, maravillosamente ilustrado, y publicado por la Residencia de Estudiantes.

Para los amantes de la poesía (y porque no soy el verdadero autor), recomendaría Nuestra poesía en el tiempo (Siruela), una antología de nueve siglos de poesía española e hispanoamericana.

Cristina MoratóCristina Morató

Una de mis recomendaciones veraniegas es la apasionante novela La mujer travestida (Salamandra), de Markus Orths. Narra la historia de la intrépida Catalina de Erauso.

Viaje a Oxiana (Península), de Robert Byron, un clásico de la literatura de viajes. Un recorrido por el Afganistán de los años treinta en busca de los orígenes de la arquitectura islámica.

Una de las mejores biografías sobre T. E Lawrence (Lawrence de Arabia), El demonio más absoluto (Galaxia), de André Malraux.

Ricardo Menéndez SalmónRicardo Menéndez Salmón

Recomiendo Warlock (Galaxia), de Oakley Hall, que es un wéstern entretenidísimo y extraordinariamente escrito. La demostración de que el Salvaje Oeste también puede ser un fantástico material literario.

También recomiendo leer este verano la obra Un ángel en mi mesa (Seix Barral), de Janet Frame, una autobiografía en tres partes tan lúcida como emocionante. Es uno de los mejores libros que se pueden leer para entender cómo nace una vocación literaria.

Carmen PosadasCarmen Posadas

Uno de los libros que recomiendo es uno que leí en el colegio y que he vuelto a leer hace poco. Es La educación sentimental, de Flaubert. Interesante reflexión sobre los amores imposibles.

La soledad de los números primos (Salamandra), de Paolo Giordano. Es una novela que me ha impresionado.

No es porque sea de mi hermano, Gervasio Posadas, pero La venganza es dulce y además no engorda (Espasa) es muy divertido y ágil, y me parece muy apropiado para leer en verano.

Isaac RosaIsaac Rosa

Risas aseguradas con una novela subversiva que mantiene su actualidad: Las aventuras del buen soldado Svejk (Galaxia), de Jaroslav Hasek. El mejor no a la guerra.

Una buena lectura playera, para disfrutar en sorbos pequeños: Crónicas de Clovis (Valdemar), de Saki. Un maestro del relato con un humor retorcido y terrible.

Su aspecto de ensayo sesudo puede disuadir al lector veraniego, pero sería una pena perderse este brillante ensayo apasionante:  En el espacio leemos el tiempo (Siruela), de Karl Schlögel.

Espido FreireEspido Freire

Recomiendo Hamlet, de Shakespeare, porque un clásico es una inversión segura.

La reina en el palacio de las corrientes de aire (Destino), de Stieg Larsson, es otra de las obras que recomiendo para este verano, porque si no se está al tanto, para mucha gente no merece la pena leer.

Y también recomiendo la lectura de mi último libro, Cartas de amor y desamor (451 Editores), porque es el último que he publicado, es tierno y cruel a la vez, muy bonito (es un álbum ilustrado) y muy breve.

Lola BeccariaLola Beccaria

Un originalísimo libro de poemas, tierno y emocionante, beligerante y exquisito, caricia para el oído del corazón: Echado a perder (Visor), de Carlos Pardo.

Una de las más preciosas novelas sobre los límites del amor y de la manipulación, la culpa y la cobardía: La impaciencia del corazón (Acantilado), de Stefan Zweig. Perfecto manjar para leer en la cama, la playa, el tren o en una butaca junto a la ventana.

Uno de los más bellos libros de relatos jamás escrito: La geometría del amor (Emecé), de John Cheever.

Lorenzo SilvaLorenzo Silva

Es muy interesante el análisis que del mal se hace en Lo seco y lo húmedo (RBA), de Jonathan Littell. Cuenta la historia de un nazi, pero lo realmente sorprendente es la visión del mal del autor. Porque es muy poco convencional.

Jens Lapidus hace un verdadero viaje a la delincuencia real sueca en Dinero fácil (Suma). El escritor lo cuenta realmente bien para tratarse de la primera novela que escribe. Mejorará seguro con el tiempo, pero para ser una primera obra es, desde luego, muy destacable y recomendable.

Fernando MaríasFernando Marías

Recomiendo la que me parece la mejor novela de autor español del año: Aunque seamos malditas (Suma), de Eugenia Rico.

Un libro de viajes: Hijos del fin del mundo (Imagine ediciones), de Espido Freire. Es un libro de viajes como deberían ser todos los libros de viajes: literatura poderosa, en este caso alrededor del Camino de Santiago, surgida de una novelista con mirada definitivamente única.

Y uno de poesía: La noche no tiene paredes (Seix Barral), de José Manuel Caballero Bonald.

Andrés TrapielloAndrés Trapiello

Para mí, el verano es el tiempo de las relecturas, algo en lo que uno, sobre todo con la edad, halla harto más placer que en la mayor parte de lecturas nuevas. Así, este año les ha tocado el turno a algunos libros de Gabriel Miró, concretamente El libro de Sigüenza, que son estampas finísimas de la vida levantina rural, y luego Azorín, el inconmensurable Azorín y sus novelas tardías, un prodigio de perspicacia psicológica (Doña Inés, Don Juan, Salvadora de Olvena). Leeré también relatos de Tolstoi, como Sonata a Kreutzer. Y poesía. Releeré los poemas amorosos de John Donne.

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