La Audiencia de Barcelona ha condenado a 11 años de cárcel a la mujer que mató a su hija de 15 meses en su piso de El Masnou y después intentó suicidarse tomando primero pastillas y después lanzándose por la ventana.

El magistrado considerAó, como ya apuntó el tribunal popular, que la madre era consciente de sus actos, si bien actuó con las facultades mentales "levemente" limitadas, y concluye que no hubo alevosía porque no se probó que la mujer se diera cuenta de la indefensión del bebé.

El magistrado la condena a 11 años de prisión por homicidio, con la agravante de parentesco y la atenuante de trastorno mental transitorio que limitó levemente su capacidad para comprender la gravedad de los hechos.

Por unanimidad, los miembros del jurado ya consideraron probado que María Josefa C.F. asfixió a su hija hasta la muerte, pero no que estuviera totalmente limitada psicológicamente, como pedía su defensa, por la ingesta de pastillas y los problemas familiares que arrastraba la mujer, como la esquizofrenia de su marido o la marcha de éste por desavenencias con la familia de la acusada.

En cambio, el jurado no consideró probado que la madre se diera cuenta de la indefensión del bebé, lo que ha conllevado que el magistrado considerara que no hubo alevosía en sus actos y, por lo tanto, considere el crimen un homicidio, con una pena de 10 a 15 años de cárcel, y no un asesinato como pedía la Fiscalía, que finalmente solicitó 18 años de prisión.

Para el tribunal popular, la mujer sabía lo que hacía, ya que pudo escribir numerosas cartas de despido a sus familiares, hablando del entierro de ella y el de su hija y dejó documentación y dinero perfectamente ordenados encima de la mesa.

Además, para asfixiar al bebé tuvo que emplear entre tres y seis minutos, según los forenses. Además, no está probado el efecto que tuvieron las pastillas en la mujer, ya que éstas no se metabolizaron (se hallaron restos en sus vómitos) y no está probada la cantidad que ingirió.