La crisis también afecta a la tradición. El tren playero que une Valladolid y Palencia con Santander desde hace 20 años y que comenzó a funcionar el pasado fin de semana no se libra del parón económico que vive el país y se reduce considerablemente.

Renfe ha suprimido el servicio de los sábados y los viajeros sólo podrán acercarse a la playa en este medio de transporte los domingos de julio y agosto.

La explicación es doble. Por un lado, la «adaptación de la demanda de viajeros a la oferta existente», que, según la compañía ferroviaria, ha bajado un 30%, unos 12.000 el año pasado, y por otro, la reducción de costes.

Pero no es el único cambio que se encontrarán los usuarios que se animen a madrugar para pasar el día en la playa.

Este año, el billete que compren no será combinado y no incluirá en el precio el transporte en autobús desde la estación a la playa del Sardinero. En este caso, la causa es única, el ajuste de los costes. La decisión costará al usuario 1,10 euros por viaje, el precio del autobús urbano.

La medida no ha sentado nada bien al sindicato UGT, que califica la decisión de «atropello a los ciudadanos» y afirma que éste servicio iba a ser la única oportunidad para muchos de acercarse a la playa por un precio razonable y sin tener que pagar el alojamiento en el destino.

El sindicato denuncia también que en este tren no funciona el servicio de ayuda para los discapacitados, algo que Renfe se ha apresurado a desmentir. Según la compañía, ese servicio funciona por estaciones y la de Valladolid cuenta con él, por lo que cualquiera que lo precise puede solicitarlo.

El tren para también en Palencia y localidades como Venta de Baños, Frómista, Osorno y Herrera de Pisuerga, todas en Palencia, y Mataporquera y Reinosa, en Cantabria. Cada servicio tiene 220 plazas sentadas, que se incrementarán si es necesario.

En coche o en autobús

El tren es la opción más cómoda, aunque hay otras. Alsa cuenta con un autobús a Santander que sale a las 7.30 horas de Valladolid y llega a las 11.05 horas, diez minutos más tarde que el servicio de Renfe en ambos horarios.

La vuelta es a las 20.00 horas, igual que el tren. Cuesta 22,82 euros ida y vuelta. En coche, la apertura de gran parte de la autovía redujo a unas tres horas el viaje.

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