El nuevo presidente de Honduras, Roberto Micheletti, anunció este domingo por la noche (hora local) un toque de queda de al menos 48 horas con el fin de que el país recupere la tranquilidad en medio de la crisis por la abrupta salida de la presidencia y del país de Manuel Zelaya, a quien esta dispuesto a recibir si quiere regresar.

El toque de queda estará vigente hasta las 6.00 horas locales del martes (12.00 GMT) de cada día, precisó Micheletti en una rueda de prensa tras ser investido como presidente en una jornada que comenzó con la detención y deportación de Zelaya. Añadió que se analizará si la medida, que debe ser ratificada por el Parlamento, se extiende por más tiempo.

Micheletti, hasta este domingo presidente del Congreso, aseguró que recibiría "con mucho gusto" al depuesto mandatario Manuel Zelaya si en su momento desea regresar, pero sin el apoyo del gobernante de Venezuela, Hugo Chávez.

"Sustituido"

Micheletti insistió en que a Zelaya no se le derrocó mediante un golpe de Estado, sino que fue "sustituido" mediante un procedimiento establecido en la Constitución.

Justificó la acción contra Zelaya en que éste estaba cometiendo un "delito flagrante" al impulsar una consulta, declarada ilegal por diversos órganos del Estado, que iba a celebrarse este domingo en busca de respaldo para instalar una Asamblea Constituyente.

La detención de Zelaya se produjo unas dos horas antes de que se iniciara la "consulta popular" a la que Zelaya convocó para reformar la Constitución pese a haber sido declarada ilegal por organismos como el Parlamento y la Corte Suprema de Justicia.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama; el presidente de la Asamblea General de la ONU y la Unión Europea han condenado el golpe y han pedido el retorno a la normalidad democrática.