Lleva un año trabajando con un texto de Woody Allen en el teatro, haciendo reír con la obra Adulterios, dirigida por Verónica Forqué y con Miriam Díaz-Aroca de partenaire. Con esta última comparte marido en la ficción. Musa de Pedro Almodóvar y ex mujer del cineasta Imanol Uribe, María Barranco no duda en pensar, al hilo de esta comedia, que está interpretando ahora en el barcelonés Teatre Apolo , que todo en la vida «nos iría mucho mejor si tuviéramos más sentido del humor».

Se percibe que existe mucha química en escena entre usted y Miriam Díaz-Aroca en el escenario.

Sí, ambas nos sentimos muy cómodas en esta función, y la artífice de todo ello ha sido Verónica Forqué. Con Miriam no nos conocíamos y es una mujer con mucho sentido del humor en su vida y con una gran vis cómica, y el mano a mano es fácil.

Y con Verónica Forqué, ¿qué tal?

Le auguro un gran futuro como directora. Ha adaptado a un cómico muy ácido y ella ha montado la pieza de forma sencilla. Precisamente es ahí donde reside la dificultad.

Ella también es actriz. ¿Cómo se lleva que le dirija una compañera de profesión?Ella entiende totalmente el proceso, que un día cuesta más que otro. Y por eso era más generosa. Porque hay muchos directores a los que no les gustan los actores. Preferirían trabajar con dibujos animados. No los soportan.

¿Quién se sulfura más de las dos en la obra, la mujer o la amante?

¡Pues yo! Que ella (Díaz-Aroca) me roba el marido (Fernando Acaso).

¿Qué destaca de Adulterios?

No me gusta cuando un autor escribe algo para el cine y luego se pasa al teatro. En este caso, cada frase está escrita para la escena y da que pensar. Y habla, a parte de los adulterios -que pasan en las mejores familias- del miedo a envejecer y a sentirte sola.

Interpreta a una psicóloga...

Es una terapeuta muy prestigiosa para ver los problemas de los demás pero no los suyos. Su vida se está desbordando pero resulta que todo es ¡muy divertido!

¿Esta psicóloga de ficción la reconcilia con la carrera de Medicina, que abandonó para ser intérprete?

Completamente. Siempre digo que los pacientes han ganado mucho. Y creo que los espectadores también. Además, un médico te salva la vida o se la salva a tu hijo, pero no le dan nunca esos aplausos que le dan al actor. A mí la ovación es lo que me enganchó.

¿Se siente aún parte del clan Almodóvar desde que trabajara en Mujeres al borde de un ataque de nervios?Hace tiempo que no ruedo con él pero me cambió la vida. No le podré olvidar. Que esté ahora en el Teatre Apolo se lo debo a él.

¿Sigue pensando que el papel de su vida está por venir?

Yo creo que sí porque si no me aburriría y lo dejaría.

* Teatre Apolo. Av. del Paral·lel, 57-59. Hoy, a partir de las 19.00 horas. Precio de las entradas: 22 a 28 euros.