Las empresas 'roban' datos a cerca de 190.000 niños en los colegios de Madrid

  • Marcas infantiles y editoriales recogen información de escolares estos días ante los centros con fines comerciales.
  • Es ilegal, pero los padres no denuncian.
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Si estos días llega a su buzón publicidad a su nombre o recibe llamadas ofreciéndole un producto, pregunte a su hijo si le ha dado los datos personales a algún desconocido.

Aprovechando los últimos días del curso (el actual terminará el día 23), muchas empresas colocan a comerciales en las puertas de los colegios con la misión de recoger información personal de los padres a través de sus hijos. Después, utilizan esos datos para captarlos como posibles clientes, según denuncian los consumidores y la comunidad educativa.

Se trata de una táctica comercial generalizada en los colegios públicos de Primaria de la región, según destaca el portavoz de la Confederación Española de Comsumidores y Usuarios (CECU), Antonio López.

Los cerca de 190.000 niños de 7 a 12 años que estudian en dichos centros están expuestos a estas prácticas durante estos días, principalmente en el sur y la capital.

"Son editoriales o compañías de productos infantiles (videojuegos, material escolar o ropa) que despiertan el interés de los menores", explica José Luis Pazos, presidente de la FAPA Giner de los Ríos. Para captarles, les ofrecen un pequeño regalo (un juguete o un bolígrafo) a cambio de rellenar un formulario donde les piden el nombre, la dirección y el teléfono de los padres.

"Chantaje emocional"

También invitan al niño a participar en un concurso con la promesa de un regalo seguro y cuando los padres acompañan al chico les intentan vender productos. "Utilizan al niño como medio para hacer chantaje emocional a las familias; el padre se encuentra entre la espada y la pared, y acaba comprando", critica Pazos. "Esta forma de publicidad no es muy ética, es bastante reprobable", apuntan fuentes del Defensor del Menor, que piden el fin de estas tácticas.

El padre está entre la espada y la pared, y acaba comprando

De hecho, además de "reprobable", esta fórmula suele ser ilegal. Desde diciembre de 2007, la Ley de Protección de Datos prohíbe recoger datos de menores de 14 años sin consentimiento paterno.

Tampoco les pueden pedir información sobre sus padres o su entorno hasta que cumplan 18 años. Sin embargo, "los padres están tan acostumbrados que no presentan denuncias", según la Agencia de Protección de Datos.

Las escuelas ya no lo permiten

Hasta hace poco, las empresas captaban datos de menores incluso en el interior de aulas y bibliotecas. "Ya ningún colegio permite que se usen así sus instalaciones", dicen fuente de Enseñanza de CC OO.

Les venden de todo

Los menores, por su inocencia, son un público suculento para las empresas. "Son la vía de entrada a los padres; la publicidad tienta a los niños para que se encaprichen de algo y se lo exijan a los padres", dicen en CECU.

Peligro en Internet

Internet se ha convertido en la principal vía de captación de datos de menores, sobre todo a través de redes sociales. La Agencia de Protección de Datos exige mecanismos para verificar la edad de los usuarios.

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