Y el premio al contrato más precario es para... un contrato temporal de tres horas

  • El joven trabajó en un comedor escolar como ayudante de cocina.
  • Otro encadenó catorce contratos en un año en una misma empresa.
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Alejandro Córdoba.
Alejandro Córdoba.
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Alejandro Córdoba.

Alejandro, un joven de 26 años, tiene el dudoso honor de haber ganado el premio al contrato más corto: tres horas en un comedor escolar como ayudante de cocina. El joven explicó en declaraciones a 20minutos que ha tenido "muchas experiencias de todo tipo en mi vida laboral, en general bastante precarias". El suyo fue un trabajo puntual y reconoció que cuando lo aceptó sabía de su escasa duración. "Hay que trabajar en lo que sea, mientras las condiciones sean legales, se puede hacer".

Lo que no puede ser es que te hagan un contrato de 20 horas y acabes haciendo el doble

Eso sí, Alejandro es consciente de que "hay poco trabajo, y el que hay, es en condiciones pésimas porque se aprovechan de que somos jóvenes y de la situación económica que vivimos. O aceptas o no trabajas". El joven ha tenido otras experiencias laborales negativas como cocinero en un restaurante "trabajando 12 y 14 horas los sábados y domingos". Pero no todo es negativo, Alejandro está a punto de incorporarse a una gran empresa.

El original galardón que ha recibido este joven lo otorga el Consejo de la Juventud de la Región de Murcia (CJRM) al mayor número de contratos en un año y al de duración más corta, para denunciar públicamente la precariedad laboral que sufren los jóvenes, y como "llamada de atención a la clase política para que reflexione sobre esta realidad.

Los premiados recibieron un vale de 50 euros para una librería, una edición actualizada del Estatuto de los Trabajadores, así como una estampa tamaño folio de San Precario, patrón de los jóvenes precarizados, con su correspondiente oración por la parte de atrás.

Lo que no puede ser es que te hagan un contrato de 20 horas y acabes haciendo el doble", apostilló Alejandro. Este joven aseguró que "es muy difícil encontrar estabilidad laboral, y más en la Región, ya que los convenios están por debajo de los de provincias limítrofes, como Alicante", y reclamó "condiciones laborales decentes, no infrahumanas". "Tengo formación, un buen currículum y casi prefiero un contrato indefinido a que me toque la lotería", aseveró Alejandro, quien pidió a políticos y sindicatos que "se reúnan y hagan algo".

Mayor número de contratos

Por su parte, Pascual, de 23 años y de Aguilas, se hizo con el premio al mayor número de contratos en un año, con catorce que, curiosamente, le hizo una misma empresa en la que trabajaba como informático y en la que, a la vez, impartía cursos de informática.

Este joven no perdió el humor y bromeó asegurando que sus amigos "me dicen que no les extraña que haya paro si todos los contratos los tengo yo", al tiempo que dijo "sentirse afortunado en parte, ya que por lo menos tengo contratos, aunque es cierto que son precarios". Y es que, Alfaro explicó que el propio concurso convocado por el CJRM, al que han concurrido unos 40 jóvenes de la Región, "ya de por sí ha dejado fuera a todos los jóvenes que hay trabajando y no tienen ni contrato". "Nos han llegado casos de chicos que están 12 horas al día repartiendo publicidad y que, al no tener contrato, no pueden justificar que son precarios", se quejó.

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