Guillermo del Toro, real y mágico

  • Acaba de publicar su primera novela, 'Nocturna'.
  • Maneja las riendas del mastodóntico 'El Hobbit'.
  • Sus actores le piropean y los productores se lo rifan.
  • El Gordo, aquí y en EE UU, está de moda.
El director mexicano Guillermo del Toro.
El director mexicano Guillermo del Toro.
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El director mexicano Guillermo del Toro.

Wellington, Nueva Zelanda. A once mil kilómetros de Guadalajara (México), su ciudad natal, Guillermo del Toro recorre Weta: la fábrica digital de sueños que le suministrará criaturas para su versión de El Hobbit.

Nueva York, Londres, Madrid. Se lanza a nivel mundial Nocturna, su primera novela. En Barcelona y Buenos Aires, dos argentinos reciben la noticia de que producirá su debut. Juan Antonio Bayona, que logró la gloria respaldado por el mexicano, prepara su segunda cinta otra vez bajo su ala. E Iñárritu y Alfonso Cuarón saben que pueden contar con el Gordo, como le llaman, para todo lo que respecta a Cha, Cha, Chá, la productora que los tres comparten.

Del Toro: el cineasta más global de un mundo globalizado. Un mexicano capaz de ganar un Oscar con un cuento sobre la Guerra Civil española. De manejar presupuestos de 300 millones de dólares y apoyar a talentosos novatos. De crear oscuros mundos en su afán por encontrar la luz.

La luz que le ilumina es, ahora, la de las letras de Tolkien. Del Toro afronta la preproducción de El Hobbit, que se dividirá en dos largometrajes. El primero llegará a fines de 2011; el segundo, un año después. El rodaje comenzará en 2010 y durará 370 días (cuando la media habitual es de dos o tres meses). Una aventura tal que Del Toro ha mudado a su familia de Los Ángeles a Nueva Zelanda.

Está en las antípodas, pero nadie le ha olvidado. Su nombre aparece a diario en Variety, Hollywood Reporter o Empire. Se da por seguro que dirigirá las nuevas versiones de Frankenstein, El Dr. Jeckyll y Mr. Hyde y Matadero 5. Que sueña con rehacer, con los estudios Henson, Pinocho. Que habrá un Hellboy III y adaptaciones de En las montañas de la locura (de su admirado H. P. Lovecraft) y Drood (novela de Dan Simmons que convierte a Dickens en un asesino).

La agenda de Del Toro está repleta hasta 2017 y, después, vislumbra un proyecto total: "La próxima década fusionará cine, televisión y videojuegos", aseguró a la revista Wired. «Se reescribirán las reglas de la ficción", dijo.

Los inicios

Sus primeros pasos en el cine los dio como supervisor de maquillaje. Hizo televisión hasta que, con Cronos, logró su primer éxito en México. Saltó a Hollywood con Mimic, donde estuvo a punto de llegar a las manos con los productores, y sedujo a los hermanos Almodóvar para que le financiaran El espinazo del diablo.

Me parezco a Hitchcock en tres cosas: ambos somos gordos, católicos y reprimidos

Desde entonces sólo conoce el éxito: vuelta a EE UU con Blade, sendos taquillazos con los dos Hellboy y tres Oscar y siete Goyas con El laberinto del fauno, una obra maestra capaz de impresionar a Björk, retorcer de miedo a Stephen King y, según The New York Times, "volver obsoleta la división entre popular y artístico".

"Me parezco a Hitchcock en tres cosas", dijo a una revista: "Ambos somos gordos, católicos y reprimidos". Los que han trabajado con él usan otros adjetivos:

  • Eduardo Noriega: "Meticuloso. Está encima de todo y con una capacidad de trabajo incomparable". "Antes de rodar, él ya ha 'visto' la secuencia. Y es muy exigente, empezando por él mismo. Eso te lo contagia".
  • Marisa Paredes: "Honesto. Sabe cómo enganchar al espectador sin trampas". "Sabe siempre lo que pasa en el rodaje, pero también sabe cuidarte".
  • Irene Visedo: "Visionario. Sus películas serán referentes".
  • Belén Rueda: "Generoso. Cuando Bayona quiso darle las gracias, dijo: 'Sólo te pido que tú hagas lo mismo con otros'"."Es capaz de convertir cosas fantásticas en comprensibles para todos".
  • Ivana Baquero, que recorrió de su mano El laberinto del fauno: "Cerebral. No deja nada a la improvisación porque está todo en su mente". "Puede repetir una secuencia 14 veces. Hasta que la considere perfecta".

Y ahora, también escritor

La idea llevaba 15 años en su cabeza: "Me encanta leer cosas de vampiros, historias sobre los no muertos". Incapaz de construir un best seller, Del Toro recurrió a Chuck Hogan para, a cuatro manos, plasmar en papel su obsesión. El resultado está ya en las librerías: Nocturna, primera parte de su Trilogía de la Oscuridad. Historias cruzadas de estilo cinematográfico, llenas de monstruos y terror.

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