La procrastinación, mejor lo dejo para luego

  • Los procrastinadores dejan siempre las cosas para el final.
  • En la base de este trastorno está la inseguridad y el miedo.
  • La gestión del tiempo es la principal herramienta para superarlo.
Compaginar tiempo y trabajo, según tres visiones del ilustrador Eneko.
Compaginar tiempo y trabajo, según tres visiones del ilustrador Eneko.
ENEKO
Compaginar tiempo y trabajo, según tres visiones del ilustrador Eneko.

En época de exámenes, quién no ha pensado en algún momento que en vez de presentarse en junio, mejor lo hace en septiembre. Quién no se ha saltado la fecha para ir a renovar la cartilla del paro o quién no ha apurado hasta el último día para pagar el recibo de la luz.

Algunas de estas situaciones, que nos resultan muy familiares, pueden ser el principio de lo que se conoce como procrastinación. La palabra, que viene del latín procrastinar, se refiere a una tendencia que conduce a evitar o aplazar aquello que percibimos como incómodo o desagradable. En algunos casos puede convertirse en una patología, que hoy en día está detrás de más del 20% de los pacientes que presentan un trastorno psicológico.

La procrastinación genera frustración, desilusión y un sentimiento de fracaso

La psicóloga María Jesús Álava considera que muchas personas pueden escudarse en el hecho de "ser procrastinadores" para evitar enfrentarse a determinadas situaciones.

"La procrastinación empieza a ser un problema cuando afecta a todos los ámbitos de tu vida. Genera frustración, desilusión y un sentimiento de fracaso que hace que los que te rodean te infravaloren", explica Ávila. Según la psicóloga, la gente que acude a consulta no sabe que en la base de su problema está el miedo a tomar una decisión importante.

La incertidumbre

Existen determinados momentos en los que se agudiza esta tendencia a dejar las cosas para otro momento. La actual crisis económica "es utilizada por muchas personas para no hacer cambios en su vida", señala Álava. Se trata de situaciones en El estudio no presencial puede requerir tanto tiempo y esfuerzo como ir a clase. (LUIS FRUTOS).las que el individuo percibe que escapan de su control y prefieren afrontarlas en otro momento, que a veces nunca llega.

Hay individuos que ante la incertidumbre sobre qué hacer prefieren dejar que las cosas pasen hasta que vuelvan a la normalidad. "Esta actitud refleja que la persona tiene pocos recursos"; además lo que ocurre es que "el individuo no hace nada y nunca encuentra el momento de llevar a cabo sus objetivos, cayendo en un peligroso círculo vicioso".

El ámbito académico

Es muy común, en el colegio o en la universidad, ver cómo hay personas que evitan tareas pendientes mientras se van sumando otras. El psicólogo de la Universidad Carlos III de Madrid y autor de Gestión del tiempo, Guillermo Ballenato, considera que "uno de los mayores peligros para sacar adelante cualquier proyecto es trabajar sin plazos. La tendencia a retrasar las actividades hace que lo importante termine por convertirse en urgente".

Retrasar las actividades hace que lo importante se convierta en urgente

Ballenato señala que los momentos en los que más se presenta esta tendencia es a principio de curso y en los periodos de exámenes. "Muchos alumnos utilizan cualquier excusa para retrasar el estudio: 'Voy a mirar un minuto el correo electrónico y luego me pongo a estudiar'. Al final cansa más lo que está pendiente de hacer que lo que se ha realizado".

Organizar la agenda, programar el estudio y establecer prioridades son para Guillermo Ballenato las claves para superar la procrastinación y comenzar a superar nuestras inseguridades.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento