El artífice de esta portada, el archifamoso fotógrafo de las 'celebrities' David LaChapelle ha sido el encargado de retratar a la cantante, haciendo gala de su peculiar y extravagante estilo a la hora de trabajar. Lady Gaga aparece con una peluca rubia platino estilo afro y completamente desnuda, a excepción de unas pocas burbujas que cubren estratégicamente sus partes más íntimas.

Desde que Lady Gaga saltó a la fama con su primer sencillo, Just Dance, no ha parado de verse envuelta en escándalos y revuelos mediáticos y su personal estilo kitsch-ochentero nunca ha pasado desapercibido.

Es más, en su concierto de Nueva York dentro de su gira estadounidense The Fame, la intérprete sorprendió a sus fans luciendo varios conjuntos de plástico y cuero, así como el mismo modelo de burbujas que se enfunda en la portada de la revista Rolling Stone.