La central de General Motors en Detroit (Estados Unidos), que está al borde de la quiebra tras perder la ocasión de llegar a un acuerdo con sus acreedores, autorizó mismo la segregación de su filial alemana Opel para facilitar su recuperación y la de sus plantas en Europa, incluida la de Figueruelas, que de otra manera se hubieran visto arrastradas por la suspensión de pagos de la matriz americana.

Esta medida, que la compañía alemana venía solicitando desde hace semanas, abre definitivamente las puertas a las negociaciones entre Opel y los inversores interesados en su adquisición, opción imprescindible para que la compañía eluda la quiebra.

Para facilitar los trámites, el Gobierno alemán facilitará 1.500 millones a la empresa para asegurar el funcionamiento de Opel a la espera de que se consolide la posible compra de la automovilística. Mientras, la dirección de la compañía ha aceptado finalmente la propuesta de crear una empresa fiduciaria que se encargue de vigilar los activos europeos mientras se dirime el futuro de Opel.

El porvenir de las fábricas sigue sin embargo en el aire y pasará, de forma inevitable, por un importante recorte de la producción y, en consecuencia, de empleos, como  confirmaron de nuevo tanto los responsables de la DGA como los representantes de los trabajadores.

La decisión de GM de liberar a Opel incluye la transmisión a Europa de todos los derechos de los patentes, fábricas y tecnología libres de deudas. Para los representantes de los trabajadores en Figueruelas, esta decisión permitirá continuar con la producción en las fábricas, a la espera de que se resuelva la compra de la compañía.

En una primera reacción, el presidente del comité de empresa de la marca alemana, Klaus Franz, destacó que "el inversor que entre en Opel encontrará una empresa libre de deudas".

CONSULTA AQUÍ MÁS NOTICIAS DE ZARAGOZA