El jueves, una radio estadounidense informó de que el legendario actor de 'Dirty Dancing' había pasado a mejor vida después de haber luchado 18 meses contra el cáncer de páncreas que padecía. Sin embargo, lo cierto es que el protagonista de 'Ghost' no es un fantasma, sigue vivo y nunca ha muerto, a pesar de los rumores que aseguraban lo contrario.

El valiente actor, de 56 años, lejos de mostrarse incómodo ante la noticia, optó por relajarse, dejar de escribir su autobiografía en la que trabaja desde hace meses, sonreír, y posar para las cámaras del mundo entero. Swayze y Niemi se vieron por tanto obligados en cierto modo a fotografiarse en su rancho de Nuevo México, felices y sonrientes, y junto a sus dos perros, para acallar las habladurías que le daban por fallecido.

Anett Wolf, la portavoz de la familia, se ha encargado de emitir un comunicado en el que afirma que está vivo, que está bien y que está respondiendo favorablemente al tratamiento al que se está sometiendo.

La autobiografía de Swayze, cuya salida está prevista para otoño, muestra su lucha contra el cáncer de páncreas, que está ya en un nivel muy avanzado y que, según él, le ha hecho más sabio y le ha hecho no perder nunca el optimismo. Su esposa Lisa, bailarina y también actriz, que lleva casada 30 años con él, también da su punto de vista al respecto en el libro.

Swayze comenta: "He sido afortunado con todo en mi vida (...) Dicen que mucha gente se sentirá identificada con mi historia". "Hablaré desde el fondo de mi corazón de todas mis experiencias y, aparte del puro placer de hacerlo, si la gente además se siente estimulada (por todo aquello que cuento), o incentivada, o encuentra una nueva forma de amar, sería maravilloso", comenta el actor.