Viajes baratos y con filosofía en tiempos de crisis: ¿Te gustaría 'surfear' mi sofá?

  • El 'Couchsurfing' es una red que permite viajar por todo el mundo.
  • Hospedan y viajan a casas de completos desconocidos.
  • En España cada vez hay más usuarios.
  • ENCUESTA: ¿Practicarías el 'Couchsurfing'?
Un miembro de Coachsurfing de visita en el hogar de otra usuaria de Nepal.
Un miembro de Coachsurfing de visita en el hogar de otra usuaria de Nepal.
Roberto Muñoz
Un miembro de Coachsurfing de visita en el hogar de otra usuaria de Nepal.

En Internet hay redes sociales donde el contacto es virtual y otras donde el contacto puede ser muy real. Es el caso de 'Couchsurfing' (literalmente 'surfenado sofás'), que hace que sus miembros puedan viajar por todo el mundo, gratis y con un anfitrión que les enseñará su ciudad.

Me atrajo la ideología de poder compartir, no sólo conseguir un alojamiento gratis

El sistema es fácil: uno se registra y ofrece, como en cualquier otra red social, datos personales y cuelga fotos para que el resto de usuarios puedan verlas. En este caso, también sirven para que se tenga más información a la hora de acoger o visitar a otro miembro. Porque el fin de esta web es ése: concretar por Internet el alojamiento en el hogar de otro 'couchsurfer'.

Algunos pensarán que todo esto se reduce a viajar 'por la cara', pero todos los miembros con los que ha contactado 20minutos.es niegan que esa sea la filosofía del 'Couchsurfing'. Su finalidad, y en eso coinciden todos, es conocer gente interesante y otras culturas. Después vienen otros 'beneficios' secundarios: practicar idiomas, conocer sitios no turísticos, hacer vida social y sí, viajar de una manera diferente y mucho más barata.

"Es más que todo eso, es una filosofía," explica Iñaki Mezquita, un miembro de esta red social de Logroño. "Me atrajo la ideología de poder compartir, no sólo conseguir un alojamiento gratis", asegura Roberto Muñoz, un guatemalteco residente en Madrid.

"Una manera rápida de hacer amigos"

E. M., una madrileña recién llegada a este sistema, asegura que, para probar, ella y su pareja decidieron convocar una fiesta de disfraces en un bar de Madrid y "se presentaron cuarenta personas de las cuales no conocíamos a nadie".

"La mayoría son extranjeros o gente que vive fuera de su lugar de origen", explica E.M., "porque es una manera rápida de hacer amigos". No sólo viajan si no que los miembros hacen quedadas, excursiones y fiestas en su propia ciudad.

"Decidimos probar una viaje y pensamos en Cáceres porque, si encontrábamos algún rollo raro podríamos regresar rápidamente", explica. No hizo falta: les encantaron sus anfitriones y la ciudad.

Choque cultural

Ni la nacionalidad ni la edad parecen presentar barreras para los miembros de la red social. En el mapa de su web (que indica dónde hay miembros) hay puntos en todos los continentes, incluyendo uno en la Antártida. Igualmente a partir de los 18 años no hay límites: hay mucha gente joven, pero también familias que viajan con hijos.

Si no conoces a la gente que hospedas no tiene mucho sentido

Iñaki hospedó en su casa de Logroño a un indio de casi 70 años. "Era encantador y le llevé a comer un chuletón pero como el hombre no estaba acostumbrado a comer así se puso malísimo; creí que se nos iba allí mismo". Afortunadamente se recuperó rápidamente.

La relación con los huéspedes es variada. Hay gente que da las llaves a sus visitantes y desaparece, pero no es lo habitual. "Si no conoces a la gente que hospedas no tiene mucho sentido", afirma Iñaki, aunque depende de la disponibilidad, del trabajo... Además, hay que leer atentamente la información que los posibles huéspedes dan en la web. "Hay gente que me ha dado buen feeling y les he dado las llaves y total libertad; a otras no. Depende".

Confianza y malas experiencias

Si hacemos caso a estos viajeros todo parece idílico aunque también hay escasas malas vivencias. Roberto asegura que su única experiencia negativa ("y a mi casa han venido al menos 60 personas") fue un chico "que cuando finalizó la estancia acordada se negó a irse. Tuvo una actitud muy negativa".

Para compartir estas malas experiencias y alertar a otros miembros, esta web permite que se dejen comentarios en los perfiles de los usuarios que éstos no pueden eliminar. Los usuarios pueden rechazar la visita de cualquier usario.

"Lo más importante es ser tolerante porque sabes que te vas a encontrar gente diferente", concluye Iñaki. Roberto coincide: "Hay que hacer un voto de confianza". Y añade: "Soy buena gente, no voy a hacer nada y trato de dar esa misma confianza a las personas que me visitan".

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