Perry Watkins es un británico de 47 años y su
pasión por los coches le ha llevado a desarrollar creaciones ingeniosas que han dado la vuelta al mundo. Primero creó el
Flatmóvil, considerado como el
automóvil más bajo del mundo y, no contento con ello, ahora ha creado el 'Wind up!',
el coche más pequeño del mundo.
El vehículo mide 1,27 metros de largo, 99 centímetros de alto y 66 de ancho y previamente era un
coche de juguete para niños, de los que funcionan con diversos movimientos y sonidos introduciendo alguna moneda. "He buscado en
eBay algo adecuado y lo encontré en un coche de juguete de cartero que ofertaba un vendedor en Escocia", afirmó.
Tras una complicada transformación, Watkins añadió un pequeño motor capaz de recorrer
25 kilómetros con sólo un litro de gasolina. En cuanto a la decoración, pintó el coche de negro con unas llamas para ironizar sobre su velocidad, que sólo alcanza los 65 kilómetros por hora.
El vehículo ha recibido el
visto bueno para su uso en la calle, como cualquier otro vehículo. Lo peor, sin duda, es la postura que el conductor debe adoptar para poder coger el volante...
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