Todo comenzó en una festividad de San Isidro como la de mañana, hace cuarenta años. Ese día abría el Parque de Atracciones de Madrid, el primer recinto de ocio de este tipo en toda la comunidad y que aún hoy día sigue siendo el más visitado, con 2,5 millones de clientes al año.

A lo largo de las décadas este parque se ha convertido en un símbolo de Madrid. Los cambios que han experimentado sus atracciones son un fiel reflejo de la evolución de la sociedad madrileña: "Antes venían familias a pasar tardes tranquilas. Ahora se acerca gente joven sobre todo, reclamando emociones fuertes", explica Demetrio Hernández, portero y trabajador más veterano del parque (empezó en 1971).

Nueva montaña rusa

Para volver a rememorar esos viejos tiempos en los que la gente buscaba más placer que subidones de adrenalina, esta temporada se inaugurará una nueva montaña rusa, Vértigo, más suave y relajada, muy parecida a la primera que abrieron, la Siete Picos (hoy ya no existe), en la que se montaba la familia al completo, como si de un Seat 600 se tratara.

"Lo que siempre ha diferenciado a este parque de los demás ha sido su cercanía con Madrid y el estar en plena Casa de Campo. Es como pasar una tarde de picnic. Un día hasta trajeron una nevera enorme que había que sostener entre seis personas", afirma Diego García, director de marketing del recinto.

Este viernes se celebra su cumpleaños con una monumental tarta.