"Deberíamos tener una estructura policial única para no duplicar esfuerzos"

Juan Salom es el jefe del Grupo de Delitos Telemáticos (GDT) de la Guardia Civil. Catorce personas que trabajan para poner freno a los fraudes online, la distribución de pornografía infantil por Internet, los delitos contra la propiedad intelectual y el hacking. Además de a los delincuentes de nueva generación, se enfrentan todos los días a un mundo en el que las fronteras no existen, abundan los vacíos legales, el desconocimiento de la judicatura y la duplicación de esfuerzos.
En la web del Grupo de Delitos Telemáticos se puede denunciar de forma anónima
En la web del Grupo de Delitos Telemáticos se puede denunciar de forma anónima
Guardia Civil
En la web del Grupo de Delitos Telemáticos se puede denunciar de forma anónima
P - ¿Internet es un medio para cometer viejos delitos o está generando delitos completamente nuevos?

R - Algunos son nuevos como el hacking. Y otros que han existido toda la vida y seguirán existiendo, como la pornografía o el fraude, se han visto potenciados con Internet.

P - Investigan todo tipo de delitos informáticos. ¿Cuál es el más preocupante?

R- La pornografía infantil siempre causa mucha alarma social. También el fraude, con el phising (robo de contraseñas suplantando identidades) como su manifestación más clara. En cambio los delitos contra la propiedad intelectual están casi hasta aceptados y se denuncian muy poquito. Las denuncias en este caso las presentan los interesados, como las productoras de música y cine. Y delitos relacionados con el hacking hay, pero pocos.

P - ¿Y qué delitos están en aumento?

R- Crecen todos a la par. No destaca uno sobre otro por la sencilla razón de que cada vez hay más usuarios de Internet. Los fraudes y la pornografía infantil son los que probablemente generan más denuncias.

Si bajarse una película es un delito, efectivamente hay muchos delincuentes en España

P - Desde fuera se podría pensar que el más frecuente es el relativo a la propiedad intelectual. Todo el mundo conoce a gente que se descarga películas o música, pero pocos confesarían conocer a un pedófilo.

R- Si bajarse una película es un delito, efectivamente hay muchos delincuentes en España. Yo personalmente pienso que sí lo es, pero tenemos poca gente y nos vemos obligados a dedicarnos únicamente a las grandes redes.

P - ¿Cuánta gente integra el GDT?

Somos catorce personas. Pero también nos dedicamos a formar a otros guardias civiles para que en todas las provincias haya gente especializada en estos delitos. Por cada comandancia hay al menos una o dos personas. A veces más.

P - En 2004 hubo 200 actuaciones y 30 detenidos. ¿Cómo va 2005?

R - Estamos muy limitados de personal. Probablemente este año no habrá muchas más.

P - ¿Diría que tiene suficientes medios?

Medios técnicos tenemos suficientes. Lo que necesitamos es gente. Pero tengo que ser justo, todos los grupos necesitan más personal.

P- ¿Los investigadores tienen algún tipo de preparación especial?

R - Somos guardias civiles formados ad hoc para la investigación de la delincuencia. Suelen ser aficionados ala informática, con formación autodidacta. Algunos tienen titulaciones, pero no exigimos que sean titulados.

P - ¿Y cómo se persigue a un criminal informático?

R- Hay delitos privados, que parten de la denuncia de la victima y delitos públicos como la pornografía infantil, en los que no es necesario que nadie denuncie. Podemos investigarla de oficio. Trabajamos bajo la tutela judicial, que dirige la investigación. Es el juez quien da pista libre para rastrear la comunicación delictiva, el equipo de origen.

P - El rastreo de comunicaciones es un tema muy polémico.

R - Hay un conflicto permanente entre el derecho a la intimidad y a la seguridad. Hay gente que aboga por una libertad absoluta en la Red y va creando un estado de opinión que dice que no se deben controlar las comunicaciones. En cambio hay quien piensa que facilitar a las fuerzas de seguridad al tráfico de datos aporta mayor seguridad. Yo, por la parte que me toca, soy de esa segunda opinión.

P - ¿Qué supone acceder al tráfico de datos?

R- Que se accede al contenido de las comunicaciones. Siempre hago un símil con las llamadas telefónicas: saber quien llama y quien recibe la llamada sin conocer el contenido de la conversación.

P - ¿Cómo operan las patrullas cibernéticas?

R - Para determinados delitos, como el mundo hacker o la pornografía infantil, hay que estar un poco metidos. Pero no da para mucho con sólo catorce hombres y teniendo que responder correos, analizarlos, llevar a cabo investigaciones, vigilancias, análisis de equipos informáticos intervenidos…

P - ¿Es fácil mantenerse al día en un mundo tan cambiante?

R - Una parte del grupo en teoría tendría que dedicarse e exclusiva a desarrollar habilidades. La informática está en constante evolución y es imprescindible actualizarse. Intentamos conjugarlo todo: actualizarnos y trabajar.

Yo siempre he abogado por la existencia de una fiscalía especializada en estos temas.

P - ¿Se hace en estos delitos aún más necesaria la colaboración internacional?

R - Es fundamental. En Internet no hay límites geográficos ni fronteras. Someterlo a fronteras jurisdiccionales es un problema enorme que aprovechan los delincuentes. Las páginas están alojadas en paraísos informáticos, con escaso control por parte de los proveedores informáticos. Tenemos una línea de colaboración muy importante con la INTERPOL, con Latinoamérica y con Estados Unidos, pero se nos escapa por ejemplo Europa del este y toda la zona de Asia.

P - ¿Esta falta de fronteras es el gran problema para cazar a los delincuentes?

R - Es uno de los más importantes. También lo son los vacíos legales, tanto dentro de España como en general. Y el desconocimiento de la judicatura. Yo siempre he abogado por la existencia de una fiscalía especializada en estos temas.

P - ¿Además de la Guardia Civil, quién más persigue estos delitos en España?

R - Los mossos d’esquadra, la ertzaintza, y la policía. Y es un error a mi forma de entender. Es un contrasentido que dentro de España estemos tan diversificados, mientras estamos abogando por la cooperación internacional para perseguir estos delitos. Si a mi España se me queda pequeña por que me encuentro con servidores en China, mucho más pequeña tiene que quedárseles su comunidad autónoma a mis compañeros de los mossos.

Es un contrasentido que dentro de España estemos tan diversificados, mientras estamos abogando por la cooperación internacional para perseguir estos delitos.

Además, estamos duplicando esfuerzos. Algo muy típico en el phising: una víctima denuncia ante los mossos, otra a la ertzaintza y otra a nosotros, pero es el mismo fraude que conduce al mismo delincuente. Deberíamos unir esfuerzos, tener una estructura policial única en este terreno.

P - ¿No se coordinan de ninguna manera?

R - Tenemos una línea de diálogo, como compañeros que somos que nos llevamos bien. Pero esa colaboración que nosotros fomentamos debería ser institucional.

P - ¿Qué recomendación haría a nuestros lectores?

R - Les animo a denunciar todo lo que les parezca delictivo en Internet. Aunque muchas veces no se puede atender a todos, nos servirá para hacernos una noción de las dimensiones del delito en Internet. ¿Reciben muchas denuncias por Internet? Nos llegan unos cincuenta correos cada día.

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