Si el lunes la belleza de Carla Bruni tuvo que medirse con la de la princesa de Asturias, este martes su elegancia tenía nuevo rival: la de la esposa del presidente del Gobierno, Sonsoles Espinosa.

Ambas almorzaron juntas en uno de los edificios del complejo de la Moncloa mientras sus maridos hacían lo mismo en otro salón apartado.

Curiosamente, y tal y como había ocurrido el día anterior, la primera dama francesa lució un atuendo muy similar al de la mujer con la que iba a ser fotografiada. Tanto Espinosa como ella, delgadas, estilosas y de una estatura parecida, lucieron pantalón recto oscuro, torera y calzado de tacón bajo.

Tras el éxito de las instántaneas del lunes en las que se veía cómo la señora de Sarkozy y Doña Letizia subían las escaleras mostrando al unísono una silueta femenina, estilizada y casi idéntica, los fotógrafos quisieron repetir la experiencia, esta vez con la pareja de José Luis Rodríguez Zapatero.

También este segundo concurso de glamour quedó protocolariamente igualado, para tranquilidad de unos y de otros.

Hacía tiempo que la prensa estaba deseosa de ver juntas a las "dos primeras damas más sofisticadas del planeta", según se refirieron a ellas algunos medios.

The Guardian, incluso, lloró la ausencia de Espinosa en la cumbre del G20, a quien bautizó como la "nueva Carla Bruni". "Hasta cuando el protocolo es muy estricto, ella sabe lucirse con un buen corte de pelo y bellas joyas", escribía uno de sus redactores.

La distinción y el porte de Carla Bruni está, al parecer, fuera de toda discusión.