Operarios municipales retiraron esta mañana una tubería enterrada en un parque infantil de Mesoiro (el más cercano a la glorieta de Ribeira Sacra) tras una denuncia de los vecinos de la zona.

El pasado domingo, precisamente durante una protesta por la falta de espacios infantiles en el barrio, una niña descubrió jugando con un rastrillo la tubería, de aproximadamente unos dos metros de largo.

«Podía ser un conducto eléctrico, con el peligro que eso supone para todos los niños», aseguró ayer Óscar Mena, presidente de la asociación vecinal de Novo Mesoiro.

Los residentes denuncian además que los parques «incumplen la normativa, ya que no se revisan ni se cambia la arena cíclicamente, como marca la norma». «A saber qué podía haber pasado; luego nos llevamos las manos a la cabeza por los problemas de mantenimiento», añadió Mena.

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