Sin chabola no hay baile

  • Gira por España, desde este jueves, de Lee 'Scratch' Perry.
  • Es uno de los inventores del estilo de producción jamaicano que está presente en el origen de toda la electrónica y la cultura del 'remix'.
Lee Perry vive ahora en Suiza y predica la vida sana.
Lee Perry vive ahora en Suiza y predica la vida sana.
20MINUTOS.ES
Lee Perry vive ahora en Suiza y predica la vida sana.

La música pop es una pura cuestión de lógica formal: sin Live at the Apollo (James Brown, 1963) no habría rap; sin The Velvet Underground and Nico (1967) no habría Bowie, Sonic Youth...; sin el primer disco de Black Sabbath (1970) no habría Nirvana; sin The Dark Side of the Moon (Pink Floyd, 1973) no habría Radiohead; sin Horses (Patti Smith, 1975) no habría PJ Harvey, Madonna...

Siguiendo con las deducciones en cadena, no sería exagerado afirmar que sin dub no sería posible bailar.

Sea cual sea su grado de excelencia o vulgaridad, todos los músicos que han llenado las pistas en el último cuarto de siglo (Massive Attack, Gorillaz, Aphex Twin, The Orb, Björk, DJ Shadow, David Holmes, Panda Bear, Andrew Weatherall y otros gurús de la electrónica y el remix...) sólo añadieron capítulos a una obra que ya había prologado una pandilla de jamaicanos marihuaneros y chiflados.

Como siempre que se trata de música, al menos de aquella que no es puro manierismo, todo nació entre chabolas. En la turbulenta Kingston de finales de los sesenta, un grupo de productores competía para atronar más alto en los bailes y seducir con ritmos de profundo latido y con la misma lenta potencia de la marihuana sinsemilla de las colinas de Jamaica.

Al espacio

Entre aquellos lunáticos destacaban King Tubby (1941-1989) y Lee Scratch Perry (1936). El primero, que moriría tiroteado en circunstancias nunca aclaradas, deconstruyó el sonido y lo elevó al espacio. El segundo, que sigue entre nosotros (aunque a veces dice que intima con espíritus extraterrenos), está de gira por España.

Perry, que presenta su último disco, Scratch Came Scratch Saw Scratch Conquered, con colaboraciones estelares del rey del funk alienígena George Clinton y el rolling stone Keith Richards, toca este jueves en Bilbao (20.30 h, Megapark), el viernes en Barcelona (20.30 h, Apolo) y el sábado en Madrid (20.30 h, Joy Eslava). Las entradas -entre 20 y 24 euros-, se venden en la web  www.ticktackticket.com o en el teléfono 902 150 025.

Primera advertencia: nada que ver con el reggae confitado y adaptado a Occidente de Bob Marley, a quien Perry produjo sus primeros discos. El dub es puro camino astral sin otro mensaje que la víscera liberada. Segunda: si quiere usted planear, ésta es la opción. Psicodelia del Caribe. Salvaje y cadenciosa. El secreto del dub, afirman, es simple pero asombroso: el bombo de la batería sigue el ritmo del corazón humano.

Ahora es cosa de secuenciadores y software, pero lo que hicieron Perry y King Tubby a partir de 1967 -la discografía de ambos como productores, intérpretes o compositores es de varios centenares de discos- fue artesanal: fabricaban sus  equipos, gestionaban sus estudios y convirtieron la 'mezcla' (el mix) en un instrumento per se.

El productor de dub (mezclar, en inglés) revuelve la canción: borra las  voces, enfatiza el ritmo, añade efectos, lo ecualiza todo de nuevo, añade brillantes destellos de eco, manipula los tempos, juega con los canales... En suma, interviene sobre (y contra) el sonido y lo devuelve a su origen: una chabola para despegar hacia cualquier confín.

Las tablas de la ley

Lee Scratch Perry, el Padrino del dub, habló con 20 minutos desde su casa de Suiza. Le pedimos que resuma su credo en una decena de mandamientos.

1. EDAD. Tengo 73 años, pero me siento como si tuviera 15. Ser un referente no significa nada para mí. Creo en el futuro pero pienso como un niño, como un chico, como un bebé...

2. MENSAJE. Un músico ha de ser un mensajero que limpie y cure, que transmita con claridad sus mensajes. Hago música curativa, música para curar a la gente y alejarla del mal. Más que un mensaje, lo que digo es que los gobernantes de este mundo injusto deberían arrepentirse, la Iglesia debería arrepentirse, los primeros ministros deberían arrepentirse...

3. ALIMENTO. Todos los músicos deberían ser vegetarianos, como las vacas. Los animales no pueden ser asesinados. Cuando matas a una vaca, la vaca maldice al carnicero y a quien la come.

4. AGUA. Se vuelve sangre en mi cuerpo, porque sin agua no puedo sobrevivir. El agua es mi sangre. Mi corazón es la tierra, donde sopla el viento salvaje. El fuego es mi cerebro.

5. MARIHUANA. Yo fumaba mucha ganja, mucha hierba, pero ya no fumo. Llevo una vida tranquila. Soy un rebelde tranquilo.

6. MÚSICA. La música es un consuelo, una guía. Ofrece un sentido de hermandad, de unión, de estar juntos. La música es espiritual.

7. 'DUB'. Algo que te hace sentir mejor y escapar del círculo de muerte, tensión y aflicción. Con el dub vuelas y te vas, te transportas.

8. INFIERNO. Está en la Tierra, justo aquí. El gobierno controla el infierno y los políticos lo gobiernan. La Policía y los soldados son parte del infierno. El infierno está aquí y el gobierno es la cabeza del infierno.

9. DEMONIOS. Haz lo que te digan o te dispararán, te arrestarán si no haces lo que los demonios ordenan. Hay muchos demonios: los policías, los soldados, los ministerios del crimen... Ésos son los demonios.

10. JUSTICIA. Si dejas que reine la paz, ¿cuál es el problema? No hay ningún problema. No puedes ir por ahí diciendo a otro país lo que puede y no puede hacer.

 UNA PELÍCULA

The Harder They Come (Perry Henzel, 1973. International Films. 18 euros). Es difícil de encontrar en España, pero el esfuerzo compensa. Producción 100% jamaicana, sin interferencias ni paternalismos occidentales, con el cantante Jimmy Cliff interpretando a un chaval del interior de la isla que va a Kingston con la ilusión de grabar un disco y termina pistola en mano.

 UN DISCO

Arkology (Lee Scratch Perry, 2000. Island. 40 euros). Estuche de tres discos con cuatro horas de dub producido, y en ocasiones interpretado, por Perry. Avant garde doméstico en 52 prodigiosas canciones grabadas a finales de los años setenta, en la mejor temporada creativa del músico. Mikey Dread, The Upsetters, Max Romeo y Augustus Pablo participan en la fiesta. Glorioso.

 UN LIBRO

The Clash (Global Rhytm Press, 2008. 39 euros). El primer punk británico vio en el reggae y el dub una alternativa a la esclerótica música que primaba en el país (Queen, Pink Floyd...). Los Clash fueron pioneros en la percepción de la rebeldía jamaicana al grabar en su primer disco (1977), Police and Thieves, un viejo tema de Lee Perry. Este libro recoge con detalle la historia del grupo.

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