Dos nuevos seísmos registrados en la noche de este lunes en la localidad de L'Aquila (centro de Italia) hicieron saltar de nuevo las alarmas después de que un terremoto de 5,8 grados en la escala de Richter azotase la zona en la noche del domingo al lunes y dejase un balance de 179 muertos y unos 1.500 heridos, según los últimos datos oficiales.

El primero se produjo a las 23.57 horas en los alrededores de las ciudades de L'Aquila, Barreto y Scoppitto y con una magnitud de 3,8 grados.

Poco más de una hora después la tierra volvió a temblar también en esta ciudad, tras una nueva sacudida mayor que la anterior, de 4,8 grados en la escala de Richter, y que se sintió sobre la 1.15 de la madrugada.

Hasta el momento se desconocía la gravedad de las réplicas que podrían haber dificultado el operativo de los equipos de rescate y voluntarios quienes, 24 horas después del fuerte temblor, trabajaban toda la noche para encontrar entre los escombros posibles cadáveres de personas que se dieron por desaparecidas.

Como consecuencia del terremoto entre 70.000 y 100.000 personas se han quedado sin hogar.