La Policía cerca a las prostitutas de Cuzco

Los controles de alcoholemia en la calle Capitán Haya intentan disuadir a los clientes de las trabajadoras del sexo.
Presencia policial. Unos agentes hacen controles en Cuzco.
Presencia policial. Unos agentes hacen controles en Cuzco.
Jorge París
Presencia policial. Unos agentes hacen controles en Cuzco.
Cuzco no quiere que sus calles se llenen de ‘princesas’. Si hace cuatro años eran africanas y se habían adueñado de la zona, ahora apenas son 30 chicas, «muy altas y muy rubias, procedentes de Europa del Este».

Así las describe Xabier, que vive en la calle Capitán Haya y asegura que en su edificio planean organizar patrullas vecinales. Una medida que tal vez no será necesaria, pues la Policía Municipal ha puesto en marcha un dispositivo para cercar a las meretrices y alejar a los clientes. Este fin de semana se llevaron a cabo controles de alcoholemia en las calles Capitán Haya, Estébanez Calderón, Rosario Pino, Francisco Gervás y Sor Ángela de la Cruz, así como en el lateral del paseo de la Castellana.

Covadonga, una vecina de la zona, no se atreve a sacar su perro por las noches por el miedo que le producen las discusiones de las prostitutas. «Por las mañanas aparecen bragas y preservativos en mitad de la calle. Aquí no se puede pasear con un niño», dice, por su parte, Mariano, un aparcacoches.

El precedente de Colonia Marconi

Los controles municipales de tráfico para luchar contra la prostitución parecen dar resultado, si no para acabar con la venta de sexo en la calle, sí para moverlo de sitio.

Muchas de las prostitutas que trabajaban en Colonia Marconi se marcharon a otras zonas cuando la Policía empezó este verano a restringir el tráfico y a impedir que los vehículos no autorizados accediesen a la urbanización. Aunque muchos vecinos criticaron la medida del Ayuntamiento porque convertía su lugar de residencia en un gueto, otros la aplaudieron porque se llevaba el problema lejos de sus casas.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento