José Luis Rodríguez Zapatero tendrá más protagonismo de lo que pensaba en la cumbre del G-20 que arranca este jueves en Londres. El primer ministro británico, Gordon Brown, ha pedido al presidente del Gobierno español que medie entre los ejes Brown-Obama y Sarkozy-Merkel para acercar posiciones y lograr un acuerdo en el G-20 sobre la regulación del sistema financiero internacional.

Zapatero ha pasado en sólo unos meses de colarse en la cumbre de noviembre de los 20 países más influyentes del mundo en Washington (al cederle Sarkozy el sillón de Francia) a asumir un papel central de mediador entre los dos grandes bloques presentes en Londres.

Brown le ha hecho esta petición a sabiendas de que el líder español está más cercano de las tesis europeas de Sarkozy y Merkel, que exigen propuestas concretas sobre el control del sistema financiero, sin desdeñar la apuesta por los planes de impulso de la economía, en los que creen Obama y el propio Brown.

Medidas concretas

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, aseguró este miércoles que Francia y Alemania "hablarán con una sola voz" en la cumbre del G-20.

Sarkozy hizo estas declaraciones en una rueda de prensa conjunta con la canciller alemana, Angela Merkel, que insistió en que "queremos una nueva arquitectura para el sistema financiero mundial".

Merkel, que junto con el presidente francés ha venido insistiendo en que la reforma de los mercados es más importante que los planes de estímulo económicos -de los que son partidarios el presidente norteamericano Barack Obama y su homólogo británico Gordon Brown-, añadió que los países que no respeten las nuevas normas "deben ser identificados".

Horas antes, Brown y Obama se reunían en Downing Street para confirmar sus recetas basadas en planes de estímulo económico como una de las principales herramientas para atajar la crisis. No obstante, durante la rueda de prensa posterior al encuentro, el presidente estadounidense restaba importancia a las diferentes pretensiones de franceses y alemanes en materia económica.

Objetivos no negociables

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, y la canciller alemana, Angela Merkel, han insistido en que la creación de una "nueva arquitectura" del sistema financiero mundial es uno de los objetivos no negociables de la cumbre del G-20 de este jueves en Londres.

Señalaron, además, las que consideran "líneas rojas" de la reunión, entre las que figura su exigencia de que se publique una lista de paraísos fiscales. "Tiene que haber una lista de los (paraísos fiscales) que se nieguen a ser controlados", dijo la jefa del Gobierno alemán, mientras el presidente francés afirmó que se ofrece ahora "una oportunidad histórica para moralizar un sistema que se ha vuelto inmoral".

"El G-20 debe decir si está a favor del fin de los paraísos fiscales o de su continuación", dijo Sarkozy, quien agregó que lo único que Francia y Alemania están dispuestos a discutir es si la lista se publica de modo inmediato o en unos días.

Obama: "Sólo podremos salir de esta crisis juntos"

Horas antes, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, restaba importancia a las diferencias entre los miembros del G-20 en víspera de su cumbre para atajar la crisis económica y resaltó que "sólo podremos resolver esta crisis juntos".