La ex mujer de Brad Pitt no deja
de acaparar titulares desde hace un tiempo.
A la ruptura con su novio, el cantante
John Mayer (dicen que ella le dejó porque era adicto a
Twitter) y los
rumores sobre un hipotético embarazo y una también supuesta
búsqueda de donante de semen, ahora
Jennifer Aniston vuelve a ser protagonista, esta vez por sus caprichos.
Según cuenta la prensa norteamericana, la actriz de 40 años
despidió a su asistente de peluquería, Chris McMillan, después de que le cobrara 43.000 euros por acompañarla en su viaje por Europa, donde promocionó
Todo el equipo la esperaba
La estilista había trabajado con Jennifer durante 15 años, de hecho
inventó su copiado corte de pelo en
Friends, así que, ante el rodaje de la película
The Buster, «
enseñó a alguien cómo manejar el pelo de Jen, porque Chris no estará en la nueva película.
"Ella está centrada en ampliar su clientelay Jennifer quiere experimentar con su look", asegura una fuente. Sin embargo, el cambio no debió de gustarle nada, porque el primer día de rodaje en Nueva York se negó a trabajar porque no estaba conforme con su peinado, aunque todo el equipo la esperaba.
Por si fuera poco, también aseguran que, mientras todo el mundo come reunido, ella prefiere sentarse sola. "En los descansos,
un coche la espera y la lleva hasta su caravana (a sólo una manzana) para evitar a los paparazzi", cuenta la fuente. Pero no todo son críticas.
Algunos compañeros de rodaje
aseguran que es dulce, accesible y totalmente normal. No es el caso de
Christian Bale, famoso ya por los sonoros improperios
que soltó a un cámara que se cruzó en una escena durante el rodaje de
Terminator Salvation. Igualmente conocidas son las exigencias de
Tom Cruise en los rodajes, en los que nadie le puede mirar ni dirigir la palabra.
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