Cuatro jóvenes africanos llegaron a las manos con tres vigilantes y un jefe de sector, después de que les llamasen la atención por haberse colado. El resultado: un vigilante con una brecha en una ceja y los otros dos contusionados.

Pero lo más grave de esta pelea es que llueve sobre mojado, según denunciaron a 20 minutos fuentes de UGT. Sólo unos días antes, la tarde del 23 de enero, siete miembros de los Latin Kings irrumpieron en la estación de Marqués de Vadillo: causaron destrozos por valor de 300 euros y empujaron a una viajera. Y esa misma semana, en Batán, un grupo «numeroso» de skinheads se encararon a un vigilante y destrozaron varios fluorescentes.

«Últimamente, el deporte de moda entre las bandas parece ser bajar al Metro a armar follón», denuncia Pedro Utrera, portavoz de Transportes de UGT-Madrid. En lo que va de año se han producido nueve incidentes de este tipo, frente a los 48 que se registraron en todo el año pasado.

Para acabar con esta situación, el sindicato reclama medidas para incrementar la seguridad: «Los vigilantes deberían hacer más rondas en lugar de estar mucho tiempo parados en un sitio. La Policía Municipal podría patrullar también por los andenes de Metro, y se debería abrir una comisaría más (actualmente hay una en Sol y otra en Nuevos Ministerios), por ejemplo, en Puerta del Sur».

Metro rehusó reiteradamente hacer ningún tipo de valoración sobre el asunto.

Robaban máquinas de billetes

La Policía ha detenido a ocho personas, miembros de una organización delictiva, acusadas de 32 robos con fuerza en locales y máquinas expendedoras del Metro. La banda tenía su cuartel general en un piso de la calle Tutor, en Moncloa.