"Qué dices, no vendo droga", dijo antes de morir el dominicano asesinado en Madrid

Los padres de Luisito, en primer plano, este lunes ante los medios.
Los padres de Luisito, en primer plano, este lunes ante los medios.
JORGE PARÍS
Los padres de Luisito, en primer plano, este lunes ante los medios.

Había ido a Tetuán a recoger su scooter y todavía llevaba el mono de trabajo puesto. Acababa de pintar la habitación de su primera hija, a la que le quedaban poco menos de tres semanas para nacer. En plena calle, un desconocido le preguntó si tenía "un gramo". "Qué dices, yo no vendo droga", le espetó, justo antes de que le dispara dos tiros en la nuca.

Murió con las manos en los bolsillos y todavía sucias por el yeso

"Murió con las manos en los bolsillos y todavía sucias por el yeso", decía este lunes el padre de Luis Carlos Polanco Peralta (Luisito, para los amigos), un joven de 22 años de origen dominicano que el pasado viernes por la noche se vio sorprendido por la muerte después de que un vigilante de seguridad, que no se encontraba de servicio en ese momento, José Luis T. C., le disparara por la espalda en Cuatro Caminos.

José Luis, español de 38 años, no era conocido en el barrio. "Los vecinos le venían observando toda la tarde hablando por el móvil. Desde las cinco, dando vueltas enfrente del supermercado", contaba el lunes su familia, durante una rueda de prensa que convocaron para limpiar el nombre de su hijo: "No es verdad que tuviera antecedentes penales, como se ha dicho en algún medio. Jamás tuvo ningún problema en los diez años que llevamos en España".

Apreciado en el barrio

Aunque José Luis era un desconocido en Tetuán, por contra todo el mundo apreciaba a Luisito en el barrio. "Era muy trabajador, un excelente bailarín de salsa y un apasionado del Real Madrid. Todo el mundo lo quería", afirmó su madre, entre sollozos: "Se dedicaba a la construcción, pero ahora estaba en el paro. Este lunes tendría que haber ido a por los papeles para empezar a cobrarlo". A pesar de su juventud, Luisito esperaba con ilusión una niña de su novia, Ariadnny, de 19 años y embarazada de ocho meses: "La llamaremos Astrid. Era el nombre que él quería ponerle, aunque a mí no me acababa de convencer. Así estará siempre en nuestro recuerdo".

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