Ha hecho falta un incendio como el de O Gorxal para que los bomberos de Vigo reciban la Medalla de Oro de la ciudad, un galardón con el que ya cuentan otros colectivos como el astillero Hijos de J. Barreras, la Escuela Universitaria de Ingeniería Técnica Industrial o el Hospital Xeral.

Pero 2008 fue mucho más que O Gorxal para los efectivos de extinción de incendios de Vigo. Además de sufrir una plaga de pulgas en el parque de Balaídos, a finales de octubre ardieron dos casas, una en Teis y otra en Beiramar, donde trabajaron durante más de dos horas en la extinción. Diez días después, 30 familias fueron desalojadas al arder la cafetería Boston, en Gran Vía.

Pero, además de extinguir fuegos, los bomberos dedican buena parte de su tiempo a otras tareas como prevenir desprendimientos de fachadas o incluso retirar enjambres de abejas que se instalan en las ventanas de los edificios. En su tiempo libre aprovechan, desde el año 2007, para posar semidesnudos para ilustrar calendarios con los que financiar su participación en eventos deportivos y colaborar con asociaciones benéficas.

El reconocimiento lo recibirán la próxima semana en la gala de entrega de los Vigueses Distinguidos. Los galardones se decidirán el lunes entre seis opciones: el artista Antonio Quesada, la Fundación Once, la Asociación de Traductores en Lengua gallega, la presidenta de los comerciantes (Encarna Álvarez), el Club de Campo o el Colegio Mariano. El pintor Antonio Heredero ha sido nombrado por unanimidad.

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