Los aficionados a viajar en el metro o en el tranvía de gorra se exponen a acabar declarando delante de un juez y a penas que pueden oscilar entre los 150 y los 600 euros. Este es el caso de un total de 1.086 viajeros que el año pasado fueron sorprendidos sin billete en el metro o en el tranvía y que se negaron a abonar la penalización correspondiente de 50 euros. De ellos, 527 ya han sido condenados por estafa y 559 están pendientes de citación judicial.

Según han informado fuentes de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV), además de estos 1.086 usuarios denunciados, otros 3.002 fueron sorprendidos por viajar sin billete sin motivo justificado. Sin embargo, en estos casos no se inició la acción penal porque acudieron en el plazo establecido a las oficinas de FGV a hacer efectivo el pago de la multa de 50 euros establecida.

En este sentido, FGV ha incrementado el cerco a los que viajan por la cara, puesto que el año pasado denunciaron a 1.245 personas más que en 2007 por ir sin billete y llevaron ante el juez por no abonar la multa de 50 euros a 150 viajeros más. Las mismas fuentes han explicado que "los tramos en superficie de la Línea 1 y las lías 4 y 6 de tranvía son donde mayor porcentaje de fraude existe. Calculamos que al cabo del año una media de un 6% del total de los usuarios de toda la red puede ir sin billete". Por este motivo, se han incrementado tanto el número de revisores como el de inspecciones.

Así, el año pasado solicitaron el billete a 777.685 viajeros, de los que 294.172 estaban en la línea 1, 314.280 en las 3 y 5, y 169.233 en las 4 y 6 de tranvía. El modus operandi es el siguiente: El revisor pide el billete. Si el usuario lo lleva sin ticar o no lo lleva por un motivo justificado (avería de máquina canceladora o expendedora) se le cobran dos viajes. Si aprecia mala fe, se levanta acta de sanción de 50 euros. El viajero tiene un plazo para pagarlo y si no lo hace, se inicia el proceso judicial.

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