¿Hipoteca sin aval? Va a ser que no...

  • Un recorrido por cinco oficinas bancarias constata lo difícil de conseguir un crédito sin aval para la compra de una vivienda.
  • La experiencia deja lecciones sobre el miedo a los impagos.
Un anuncio sobre hipotecas, en una sucursal bancaria de Madrid.
Un anuncio sobre hipotecas, en una sucursal bancaria de Madrid.
JORGE PARÍS
Un anuncio sobre hipotecas, en una sucursal bancaria de Madrid.

El largo camino para obtener una hipoteca comienza a la entrada del banco, donde hay que dejar los enseres en una taquilla antes de atravesar un detector de armas con aspecto de cápsula futurista. Sistemas de seguridad, dicen.

Tenemos que asegurarnos de que vas a poder pagar"

Se ve que es una cuestión que obsesiona, porque de potencial atracador se pasa a potencial moroso: "Tenemos que asegurarnos de que vas a poder pagar". "Ahora no se corren los riesgos que se corrían antes". Las palabras van siempre acompañadas de una sonrisa, la del anuncio del Santander, y una pregunta clave: "¿Tienes avales?".

En 200 metros a la redonda de un barrio poco céntrico de Madrid se sitúan las cinco oficinas de cajas y bancos que ha recorrido un redactor de 20 minutos en busca de una hipoteca personal para comprar una vivienda modesta que está en la misma zona y por la que piden 170.000 euros. Tiene dos habitaciones, 65 metros cuadrados y más años que los 30 de su posible comprador.

Otros lo han hecho mal

Estas cuestiones se tratan sentados y tras un apretón de manos. Si es que tienes un contrato indefinido y estás en un banco que no es el tuyo, porque "si eres cliente, tienes que ir a tu oficina. Aquí no te podemos atender". Hasta luego y buenos días.

Antes había entidades que te daban hasta el 110% de la tasación"

"Antes había entidades que te daban hasta el 110% de la tasación. Las condiciones se han endurecido. Nosotros, no. Mantenemos los criterios de siempre: hasta el 80% de la tasación; por encima de ese porcentaje necesitas aval".

Sea cual sea la entidad, los excesos los cometieron siempre otros.

Los escasos ahorros del redactor no llegan a ese 20% restante, ni siquiera con la ayuda de 30.000 euros que unos generosos padres ponen a su disposición. "Siempre tienes que tener en cuenta un 10% más por los gastos de escrituración. Así que, sin avales, sólo podríamos darte 136.000 euros".

Pero si esos esforzados progenitores, tal vez más temerarios, decidiesen asumir los riesgos de que se dejen de pagar las cuotas, ya no hay problemas: ni porque la hipoteca sea superior al 80% del coste de la vivienda; ni porque las cuotas mensuales puedan ser de más del 30% o el 40% de una nómina que no llega a los 17.000 euros netos al año.

Son las exigencias comunes. BBVA, Santander, Caja Madrid, La Caixa o la BBK comparten miedos. Pero no condiciones.

"Ponte en lo peor"

Las cajas madrileña y vizcaína ofrecen el diferencial más bajo, en una hipoteca para los que tienen menos de 35 años: 0,37 y 0,25, respectivamente.

"Si te han dicho eso, ni lo pienses. Yo no puedo competir con eso", dice algún comercial rival cargado de buena fe y consejos: "Ponte en lo peor: mira a ver si podrías pagar la hipoteca si el euríbor vuelve a estar en el 5%. Y lee todo y pregunta".

Hay que preguntar sobre comisiones de apertura, de estudio, de amortización. Conviene saber qué interés se aplica durante el primer periodo. Y si se pueden obtener bonificaciones por convenios o por los seguros de vida, de hogar, planes de pensiones, tarjetas de crédito y domiciliaciones de nómina que, en cualquier caso, casi obligan a suscribir, aunque el precio de estos productos financieros también hay que tenerlo en cuenta.

Con docenas de hojas impresas y garabateadas se sale de la última de las entidades después de que un empleado -"es que cerramos a las dos"- abra la puerta. Por fin, en la calle, un lugar seguro.

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