Veinticuatro y once años han tardado Athletic Club de Bilbao y FC Barcelona, respectivamente, en meterse en la final de la Copa del Rey, que se disputará en Mestalla (Valencia) el próximo 13 de mayo y que significará el sexto duelo en el que ambos equipos se disputarán el trofeo (1920, 1942 y 1953 hubo victoria culé y en 1932 y 1984 hubo victoria bilbaína).

Los leones superaron las semifinales de la competición al remontar la eliminatoria en San Mamés ante el Sevilla en el partido de vuelta (3-0), después de haber conseguido un 2-1 desfavorable en el Sánchez Pizjuán. Javi Martínez (min. 4) abrió el marcador para los de Joaquín Caparrós y Fernando Llorente (min. 34) y Toquero (min. 36) sentenciaron a los hispalenses.

La afición del Athletic invadió el campo con el pitido final para festejar que su equipo disputará su trigésimo quinta final, una más que los culés.

Por su parte, el Barça encontró más problemas en Mallorca para sentenciar una eliminatoria que tenía llegaba prácticamente encarrilada, con el 2-0 conseguido en la ida de semifinales en el Camp Nou, y necesitó recurrir una vez más al talento de Leo Messi.

El delantero argentino fue suplente en Son Moix y entró en la segunda mitad del partido, cuando el conjunto azulgrana perdía por 1-0 (Castro, min. 45) e instantes después de que Pinto detuviera un penalti lanzado por Martí. El tanto del canterano azulgrana llegaría a nueve minutos del final del partido y acabaría con las esperanzas del Mallorca, lo que posibilita que el club barcelonista pueda optar a la conquista de su vigésimo quinta Copa del Rey.