La espera ha sido esta vez más larga que nunca. No Line on the Horizon, grabado a caballo entre Fez (Marruecos), Nueva York, Londres y Dublín, ve la luz cinco largos años después de How to Dismantle an Atomic Bomb. Unas 5.000 personas pudieron disfrutar de un pequeño anticipo el pasado viernes en Londres, donde el grupo irlandés tocó en la azotea del edificio de la BBC, tal y como hicieran los Beatles en la sede de Apple Record en 1969.

Desde su gestación, el duodécimo disco de U2 ha sido diferente. En 2006, la banda empezó a trabajar en las nuevas canciones. Rick Rubin (responsable del sonido de Beastie Boys, Metallica o Weezer), se hizo cargo del proyecto inicialmente, pero tras las primeras sesiones el grupo rompió su acuerdo con él.

Después se supo que todo lo grabado con Rubin sería descartado. Sólo una canción de aquellas sesiones llegó a ver la luz: The Saints Are Coming, grabada junto a Green Day en beneficio de las víctimas del huracán Katrina. Tras la salida fulminante de Rubin, Brian Eno y Daniel Lanois, habituales en las producciones de U2, tomaron las riendas del disco.

Los rumores sobre el nuevo álbum surgieron pronto, alimentados por declaraciones de los miembros de la banda. En palabras del propio Bono, las nuevas canciones serían distintas a todo lo hecho anteriormente. "Puede que el rock desaparezca de nuestra música", llegó a afirmar.

Con su primer single, sus seguidores comprobaron que la cosa no era para tanto. Get on Your Boots es una de las canciones más directas y enérgicas del disco. Una letra que aboga por la toma del poder por parte de las mujeres ("los hombres lo hemos jodido todo", según el guitarrista The Edge) y un sonido marca de la casa. Un tema que muchos ya escucharon cuando un fan francés lo grabó desde el exterior de la casa de Bono en Éze, en la Costa Azul. La canción fue retirada de inmediato de Youtube.

Bono, omnipresente

U2 siempre se han caracterizado por su compromiso con los más desfavorecidos. No Line on the Horizon no sólo no es una excepción, sino que incide más que nunca en conceptos como la injusticia, las guerras o el hambre.

Al frente de todo el posicionamiento político y social de la banda está Bono, que en los últimos años ha ido ganando presencia en la escena política internacional. Se ha reunido con los principales mandatarios del mundo (desde Bush a Zapatero, desde Mandela a Sarkozy) con el objetivo de obtener de ellos un mayor compromiso en la lucha contra la pobreza.

Fue uno de los protagonistas de los conciertos solidarios Live Aid de 1985 y su reedición de 2005, el Live 8. Y su nombre suena desde hace años para el Nobel de la Paz, al que ya ha optado en tres ocasiones. A medio camino entre música y religiosidad, entre el rock y el mesianismo. Tratando de evitar ser engullidos por su propia leyenda... U2 siguen adelante.

Del pospunk al pop de masas

U2 se formaron a contracorriente en el lejano 1976. Eran cuatro jóvenes católicos de Dublín que tenían poco que ver con la filosofía punk del momento, más allá de que ellos tampoco sabían tocar. Sus tres primeros discos, influidos por los sonidos del pospunk, Boy (1980), October (1981) y War (1983), obtuvieron una repercusión considerable en el Reino Unido, consolidada con The Unforgettable Fire (1984).

No fue hasta 1987, con el sobresaliente The Joshua Tree, cuando el éxito masivo llamó a su puerta, gracias a hits como I Still Haven't Found What I'm Looking For o With Or Without You, que les llevaron a triunfar en EE UU. Rattle & Hum, concebido para un documental sobre su gira americana, hizo de bisagra para su otro gran cénit creativo, Achtung Baby (1991). En Zooropa (1993) y Pop, (1997) U2 se reinventó con los sonidos del techno y la electrónica.

Ya en el nuevo milenio, All That You Can't Leave Behind (2000) y How to Dismantle an Atomic Bomb (2004), les sirvieron para seguir en la brecha como uno de los grandes grupos de pop rock de todos los tiempos.

Lo nuevo de U2, canción a canción