Intentarán estar más de acuerdo a partir de ahora. PSOE y PP de Málaga acordaron ayer mantener reuniones periódicas para tratar los principales asuntos que afecten a la capital y a las localidades de la provincia, con lo que esperan llegar al consenso político.

Así lo anunciaron los líderes de ambas formaciones, Elías Bendodo (PP) y Miguel Ángel Heredia (PSOE). Aseguraron que, a pesar de las discrepancias naturales existentes entre ambas formaciones, establecen un marco de diálogo para «contribuir al desarrollo y avance de nuestra provincia», algo necesario «en la actual crisis económica», sostienen.

Ambos partidos hablarán sobre cuatro ejes básicos: política económica, empleo y políticas sociales; urbanismo y medio ambiente; infraestructuras y movilidad e impulso democrático.

Grupo de trabajo paritario

Se creará un grupo de trabajo integrado por dos representantes de cada formación política. Por parte de los populares, serán el secretario provincial, Francisco Salado, y la vicesecretaria de Organización, Ana Corredera, mientras que los socialistas estarán representados por el secretario de Organización, Francisco Javier Conejo, y la secretaria de Política Institucional, Susana Radío.

Además, el grupo de trabajo propondrá encuentros periódicos de ambas formaciones políticas bajo criterios de "transparencia y comunicación pública de los posibles acuerdos alcanzados".

Preguntados por si en las reuniones podrían participar IU o PA, han indicado que se trata de un diálogo entre las dos fuerzas mayoritarias de la provincia -PP y PSOE-, aunque han afirmado que este hecho no significa que "no nos sentemos (a hablar) con ellos".

En su intervención, el presidente del PP, Elías Bendodo, ha apuntado que las diferencias entre los partidos "existen y deben existir", por lo que "tiene más mérito buscar soluciones" de modo conjunto.

Por su parte, el secretario general del PSOE, Miguel Ángel Heredia, ha señalado que ambas formaciones "no lograremos a contribuir al liderazgo de Málaga desde la fractura", y ha aseverado que el diálogo no es un "tutelaje de las Administraciones gobernadas por los partidos".