Tal y como les ocurrió a sus compañeras Jessica Simpson o Britney Spears, la británica Lily Allen ha sido objeto de escarnio público durante meses  por culpa de unos kilos de más que  había adquirido.

Ahora la artista ha recuperado la línea gracias a una "estricta dieta", según ella misma ha confesado,  que le ha costado "mucho esfuerzo".

Y está tan contenta con los resultados que incluso le gustaría enseñar su "cuerpo posando sin ropa en unas fotografías". Aunque en unas que fueran insinuantes, pero elegantes, "nada de ese tipo que parece que dices: "Eh, mirad mis tetas", relata a la revista Extra.

Además de su nueva imagen, Allen ha tomado clases de canto para afrontar su nuevo álbum, It's not me, it's you, después de recibir fuertes críticas que indicaban que la joven no era capaz de afinar una sola nota en directo.