El presidente de EE UU, Barack Obama, hizo este martes un llamamiento a la paciencia y la responsabilidad de los ciudadanos para salir de la crisis económica que vive el país, en un discurso ante las dos cámaras del Congreso.

En su alocución, Obama aseguró que "lo que hace falta ahora es que este país se una, afrontemos con osadía y sensatez los desafíos que encaramos y nos hagamos responsables de nuestro futuro una vez más".

El mandatario, sin embargo, matizó su mensaje sobre la complicada situación económica que vive el país con una nota de optimismo, al indicar que "reconstruiremos, nos recuperaremos y EE UU saldrá más fuerte que antes".

Obama lanzó una dura crítica contra la situación económica que ha heredado de su predecesor, George W. Bush, "un déficit de un billón de dólares, una crisis financiera y una recesión muy costosa".

Todos responsables

No obstante, el presidente recordó que la responsabilidad de la crisis ha sido de todos: "nuestra economía no entró en declive de la noche a la mañana, ni todos nuestros problemas comenzaron cuando el mercado inmobiliario se reventó o se hundió el mercado bursátil... Nos las arreglamos para gastar más dinero y acumular más deuda, como individuos o como Gobierno, que nunca antes".

El presidente advirtió de que se tendrán que tomar "decisiones difíciles", pero prometió que las medidas que ha comenzado a poner en marcha surtirán efecto.

Entre ellas, mencionó el plan de estímulo económico valorado en 787.000 millones de dólares o el plan de rescate financiero, así como su iniciativa para ayudar a los propietarios de viviendas.

Pidió también al Congreso que le presente pronto propuestas para acometer la reforma del sistema regulador.

"La cruda realidad"

Este jueves Obama presentará su primer proyecto de presupuesto, que aseguró que "reflejará la cruda realidad" económica actual.

Obama ha prometido recortar a la mitad el déficit presupuestario, de 1,3 millones de dólares, en cuatro años. Para ello, indicó, se recortará en asuntos como los contratos sin licitación pública en la guerra en Irak o las inversiones en proyectos de Defensa que se arrastran desde la guerra fría.

Ante la prioridad económica, la política exterior apenas tuvo cabida en el discurso.

El presidente aseguró que próximamente presentará una propuesta para acabar la guerra en Irak "de manera responsable", y anunció que ha comenzado "una nueva era de implicación" estadounidense en el mundo.

"Estados Unidos no puede afrontar solo las amenazas de este siglo, pero el mundo tampoco puede afrontarlas sin Estados Unidos", dijo.