Reducir el tiempo de transbordo, evitar aglomeraciones y adaptar su uso a personas con movilidad reducida son los tres objetivos de las obras de mejora del intercambiador de Passeig de Gràcia, donde confluyen las líneas 2, 3 y 4 de metro y Renfe Cercanías, y que desde ayer y durante un mes estarán sometidas a información pública, según publica el DOGC.

La actuación, en la que la Conselleria de Política Territorial y Obras Públicas invertirá 92 millones, prevé la construcción de un pasillo de conexión que reducirá en 100 metros el transbordo entre las estaciones de la L2 y la L4 y las de la L3 y Renfe, en el que ahora se pierden cinco minutos.

El pasillo, que se construirá bajo el aparcamiento de Passeig de Gràcia, medirá siete metros de ancho y tendrá cintas transportadoras para facilitar los desplazamientos. Además de la instalación de rampas de acceso, escaleras mecánicas y ocho nuevos ascensores, que se suman a los cuatro ya existentes, se levantará un

El resto de vestíbulos se ampliarán y modernizarán. Las obras en el de la L2 permitirán que la conexión con la L4 sea más directa.

Respecto a la L3, su primer vestíbulo, situado en la calle Aragó, se ampliará considerablemente y se instalarán escaleras mecánicas que mejoren el enlace con Renfe. El segundo, localizado en Consell de Cent, también se agrandará y contará con rampas adaptadas y una nueva salida de emergencia.