Los últimos casos de corrupción que investiga el juez Garzón y que supuestamente implica a cargos del PP han abierto la sesión de control al Gobierno en el Congreso.

El líder del PP, Mariano Rajoy, ha exigido que el ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, sea cesado por ir a la cacería en Jaén a la que también fue invitado el juez Garzón. "Es bochornoso", ha dicho. Esta cacería se celebró sólo unos días antes de que saliera a la luz la operación contra la supuesta trama corrupta.

Al duro discurso de Rajoy ha respondido el presidente del Gobierno:  "Su deporte favorito es pedir dimisiones de ministros, perdóneme que no le pueda satisfacer", le ha dicho. Zapatero ha pedido a Rajoy "sosiego" y le ha reprochado que, en lugar de llevar al Congreso "los problemas de los españoles", lleve al hemiciclo "sus problemas, lo que no sabe o no puede resolver". "Lo que a mí me parece bochornoso es la corrupción", ha dicho.

Por su parte, el ministro Bermejo, que se siente respaldado por Zapatero, se ha defendido y ha asegurado: "No dimito porque tengo que trabajar por este país".

Tras el cara a cara entre Rajoy y Zapatero, recogieron el testigo la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega y la portavoz del PP, Soraya Sáenz de Santamaría.

Sáenz de Santamaría ha centrado sus críticas en el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, a quien ha acusado de "mentir" en el Senado "al negar los cupos de detención de inmigrantes". "El señor Rubalcaba no tiene la gallardía de dar la cara", ha asegurado.

Por su parte, De la Vega ha recomenado a la portavoz del PP "rabitos de pasa para combatir la mala memoria". En materia de inmigración, ha dicho, "el Gobierno ha puesto orden y legalidad donde no los había". La vicepresidenta ha calificado a Rubalcaba como "el ministro del Interior más eficaz en la lucha contra la inmigración ilegal".

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El martes, la CEOE defendió la necesidad de que los ERE, los despidos colectivos, no necesiten la aprobación de la Administración para salir adelante.