Los eternos mofletes de Renée Zellweger, presentes en
My one and only, de
han aportado la dosis diaria de glamour a una
Berlinale que, poco a poco, se acerca a su fin.
My one and only es una comedia hecha para uso y disfrute de Zellweger,
que se marca una road movie por territorio estadounidense en busca de un padre para sus dos hijos, después de tener que huir de casa por culpa de una infidelidad.
‘La teta asustada’ se postula entre las favoritas
Pasan los días y ninguna cinta de sección oficialse ha desmarcado claramente de las demás en la lucha por el Oso de oro.
London River y
The Messenger parecen de las mejor colocadas, aunque la realidad de los jurados muchas veces acaba señalando en otra dirección.
La teta asustada, una producción peruana dirigida por Claudia Llosa (familia lejana del escritor, al final todo queda en casa),
se ha unido al grupo de películas que ha arrancado un aplauso lo suficientemente convincente como para creer en sus posibilidades.
Ambientada en el Perú de la
guerra sucia entre el ejército y los integrantes de Sendero Luminoso, la cinta de Llosa transcurre bajo los silencios y las miradas de Fausta (interpretada por Magaly Solier), una mujer que sufre en primera persona las consecuencias de una guerra encubierta.
Llosa ha querido "hacer una cinta que no hable de los culpables.
He querido echar la vista atrás, mirar a la herida y afrontarla. Creo que es importante saber perdonar", como ha reconocido en la sala de prensa.
Atajo más que curioso al estrellato
¿Cuál es el precio de la fama? ¿y el de cumplir el sueño de una vida? Bajo estas premisas se desarrolla
¿Cuál es el precio de la fama? ¿y el de cumplir el sueño de una vida? Bajo estas premisas se desarrolla
Short cut to Hollywood,
cinta alemana a concurso en la sección Panorama. La crítica a los medios de comunicación y su escasa ética a la hora de atraer a la audiencia está más que presente a lo largo del metraje.
Pero la cinta dirigida por Marcus Mittermeier y Jan Henrik Stahlberg intenta, además de concienciar,
hacer pasar un buen rato al espectador. Lo logra por momentos, aunque el drama está más presente de lo deseable.
En una historia en la que su protagonista se planta en Estados Unidos y se amputa un brazo sólo para conseguir la atención de los medios y asaltar el estrellato musical se puede esperar algún chiste más.
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