Quizá Paris Hilton advirtió en su primer posado ante la prensa madrileña que de los cientos de flashes que se arremolinaban a su alrededor, algunos, o la mayoría, huían a ratos de su vestido de Diane Von Furstenberg, de su espectacular sortija, de sus zapatos nacarados -que hacían juego con el bolso de fiesta- y de su rostro bien maquillado, para recrearse en otra joven.

Y, quizá, también Falete se percató hace unos meses de que los periodistas que seguían su discurso -un trepidante relato de traición, falsos secuestros, bodas frustradas, deudas y lanzamiento de un nuevo disco- se distraían, que apartaban la mirada hacia otra figura.

De un tiempo a esta parte, algo ha cambiado en las ruedas de prensa del corazón. Ni siquiera Pilar Urbano , en un acto multitudinario en el que trataba de explicar a los medios la razón por la que la Reina Sofía había decidido sincerarse en su libro, logró que los ojos que la perseguían con preguntas no se escurrieran después hacia uno de los laterales.

Allí, flanqueada por un cámara y por una joven atenta, que apunta cada palabra y cuchichea en su oído, está ella, Pilar Rubio, reportera del programa de La Sexta Sé lo que hicisteis y modelo ocasional. Alta, delgada, con una coleta negra y tirante, y flequillo; con la mirada azulísima y ahumada por el eyeliner; las manos de manicura rodeando el micrófono a la vez que formula preguntas con desparpajo; reina de los ranking de belleza y de las portadas de las revistas masculinas; invitada por el propio Tom Cruise al estreno en Madrid de Valkiria a pesar de no tener acreditación. Más famosa ya que sus propios entrevistados.

Aunque no hace piña con el gremio periodístico -éste la observa como si perteneciera a otra tribu, ésa que engloba a los reporteros vestidos de punta en blanco, ingeniosos, tan de moda-, Pilar cae bien, es dulce, sonríe mucho con su dentadura perfecta y parece lista aunque simula candidez.

El sueño de todo rockero

Es madrileña (de Torrejón de Ardoz) y tiene 29 años. Empezó a estudiar Ciencias Económicas porque ama los números, pero nunca terminó la carrera. Y ha hecho sus pinitos en el cine -Miguel Ángel Lamata la contrató para la película Isi & Disi-. También en la publicidad: ella era la jugadora de billar que se interponía entre los tres bebedores de cerveza Amstel y la pantalla que emitía un partido de fútbol.

Pero es la televisión, en la que empezó como azafata en programas como El precio justo, la que le ha proporcionado más satisfacciones y el reconocimiento del público.

Su sueño, ha confesado, es trabajar en un programa musical, porque ella, a pesar de su aspecto de ángel seductor y de haber protagonizado un videoclip de David Bustamante, es una fan incondicional del heavy. En su discoteca guarda un rincón especial para los viejos discos de Gun & Roses o AC/DC.

Vive en un piso de 50 metros con decoración rockera y sale desde hace casi una década con el líder de la banda de nu metal Hamlet, José Molinero. Y asegura que «está feliz» porque ve la vida «con alegría y color» y porque sabe que éste es su «momento».

Ocupada y fiel

Pilar Rubio mantiene desde hace más de nueve años una relación sentimental con un músico, "un chico normalito tirando a perfecto", según sus propias palabras. El afortunado, José Molinero, alias Molly, es el cantante de la banda madrileña Hamlet. La formación, que comenzó su trayectoria en 1987, es seguidora del nu metal, ese género que constituye una revisión del heavy clásico elegante y oscura.

Rubio siempre ha llevado a gala ser una chica "muy, muy fiel" y estar enamorada profundamente de su pareja. "Si alguien rompe su relación antes de tres años es que no ha encontrado a la persona adecuada", afirma. Ella, por su parte, declara que, después de casi una década con su Molly, sigue teniendo ilusión cada día por llegar a casa para verle. Con él, cada momento es, más o menos, "una fiesta".