Las 43 esculturas que en 1973 se instalaron en las calles de Santa Cruz de Tenerife, entre ellas obras de Joan Miró, Henry Moore y Martín Chirino, podrán ser apadrinadas por empresas para su mantenimiento.

El proyecto se presentó este martes junto a la escultura Lorea, de Ricardo Ugarte, que está cubierta por pinturas callejeras, y según explicó la concejal de Cultura del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, Ángela Mena, se trata de que las empresas conserven y generen actividad cultural en torno al monumento adoptado.

Esta iniciativa se realiza en otras partes de Europa y su objetivo es implicar a las entidades económicas y sociales de la ciudad en la conservación de las obras escultóricas al aire libre, añadió Mena, quien detalló que el Ayuntamiento dispone de una lista de empresas que están interesadas en el proyecto.

El mantenimiento de las esculturas "no es costoso", subrayó la edil, pero se trata de hacerse eco de que la ciudad tiene "algo vivo" que hay que conservar "al cien por cien" y citó como ejemplo la obra de Ugarte, que es una de las que ha sufrido vandalismo.

"El objetivo es doble: concienciar acerca del respeto a las obras de arte en la calle y que Santa Cruz de Tenerife tiene un conjunto monumental como en muy pocos lugares en el mundo", afirmó la edil.

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