Favorecer el contacto entre padres e hijos en los primeros días de vida para evitar que se rompa el vínculo afectivo entre ellos. La Unidad de Neonatología del hospital Virgen del Rocío, donde son tratados los menores de 28 días que nacen con alguna enfermedad o de manera prematura, ha abierto sus puertas, eliminando los horarios de visita, para que los padres puedan pasar con sus hijos el mayor tiempo posible. Una medida pionera en un gran hospital.

La Unidad recibe al año unos 2.100 ingresos de bebés con problemas de Sevilla, Huelva y Cádiz, de los que 1.000 son niños nacidos antes de los nueve meses de gestación (sobre un total de unos 9.000 nacidos vivos por año).

Sólo entre tres y cuatro de cada 1.000 no logran superar su enfermedad, con lo que el índice de supervivencia es superior al 99%. La estancia media en esta Unidad es de 15 días y los niños permanecen en ella (aunque hayan superado ya los 28 días de vida) hasta que se curan o mejoran de sus dolencias.

En los últimos diez años, el número de prematuros ha pasado del 6% del total de los nacidos al 11%. ¿Las causas? El estrés, la edad de los padres, la fecundación in vitro...

¿En qué beneficio al niño el contacto con sus padres? Lo que nos hace crecer como personas al nacer es el contacto y el cariño de los padres. Disminuye el estrés y el dolor del niño y favorece que ganen peso y su crecimiento.

¿Disminuir el dolor? Antes se pensaba que el prematuro, con un sistema nervioso inmaduro, no sentía dolor. Ahora se sabe que sí, y hay que tener en cuenta que algunos pueden llegar a sufrir 470 intervenciones (sacarle sangre, limpiarle la fosas nasales...) durante su estancia en el hospital. Y cuando están en brazos de sus padres se normaliza el ritmo cardiaco, la respiración, la tensión arterial...

¿Qué les diría a los padres? Que esta medida es beneficiosa. Que no se asusten porque haya más padres, que si se siguen unos normas mínimas de higiene, no hay peligro para los niños. Y ellos, acompañados, serán mucho más felices.

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