Más de 15 millones de iraquíes estaban llamados a las urnas para elegir a sus representantes provinciales en 14 de las 18 provincias del país, en las primeras elecciones que se celebran desde 2005.

Estos comicios, en los que participan todas las fuerzas políticas (a diferencia de en los de 2005, boicoteados por la mayoría de grupos suníes y marcados por la violencia) son vistas por muchos como el despegue de un nuevo Irak.

Según fuentes del CSEI las urnas serán ahora clausuradas y transportadas a la sede central electoral de cada provincia y de allí a Bagdad, donde comenzará el recuento de los votos.

Desde la propia organización se ha apuntado la posibilidad de que el próximo miércoles se den a conocer los primeros resultados de las elecciones provinciales.

En la jornada de hoy se ha registrado la muerte de un civil tras una discusión en un colegio electoral en el barrio bagdadí de Ciudad Sadr, en un incidente del que no se conocen más detalles.

Asimismo, han muerto dos policías iraquíes en Mosul que participaban en el dispositivo de seguridad de un colegio electoral por los disparos de soldados estadounidenses, en un suceso hecho público por fuerzas de seguridad iraquíes y sobre el que el Ejército norteamericano todavía no se ha pronunciado.

Además, seis miembros de las fuerzas de seguridad iraquíes han resultado heridos en la zona de Toz, situada a 90 kilómetros de Tikrit, capital de Salahedin, al explotar un artefacto al paso de su patrulla, y al menos cuatro proyectiles de mortero cayeron esta mañana en distintos puntos de la ciudad de Tikrit, capital de Salahedin, sin causar víctimas.

Siete miembros de una misma familia han sido también heridos por el estallido de un artefacto cerca de su vivienda, ubicada en la zona de Mandali, a unos 90 kilómetros al norte al norte de Baquba, capital de la provincia de Diyala, al noreste de Bagdad.

En un atentado similar, registrado en el área de Al Saadia, a unos 60 kilómetros al norte de Baquba, tres soldados iraquíes han sufrido heridas de diversa gravedad.