Hamás y Fatah, condenados a entenderse

  • El alto el fuego en Gaza sigue pendiendo de un hilo.
  • Hamás ha propuesto a Israel una tregua de un año siempre y cuando se abran los pasos fronterizos y se levante el bloqueo.
  • Reunión en El Cairo por la reconciliación y la unidad en Palestina.
El líder de Hamás, Khaled Meshaal, y el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas. J.M.M.
El líder de Hamás, Khaled Meshaal, y el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas. J.M.M.
JOSÉ MARÍA MARTÍN
El líder de Hamás, Khaled Meshaal, y el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas. J.M.M.

Ha pasado más de una semana desde que Israel y Hamás iniciaran por separado su 'tregua' particular. Una situación que, por el momento, sigue siendo débil y aún pende de un hilo. Hasta ahora, lo único claro tras la última ofensiva -ambos bandos hablan de victoria- es que han muerto más de 1.300 personas, que existe un alto el fuego unilateral por ambas partes y que se ha producido la retirada de las tropas israelíes de Gaza.

Sin embargo, no parece que esto vaya a ser suficiente para mantener una situación de calma en la zona por mucho tiempo. Sobre todo porque ello no implica ni la apertura de los pasos fronterizos ni el fin del bloqueo, condiciones indispensables para que se atisbe un rayo de esperanza para la paz en Gaza. Ésa, al menos, es la postura inflexible de Hamás y, a pesar de que este lunes el movimiento islamista ha ofrecido un año de tregua a Israel, lo ha hecho, una vez más, con el requisito indispensable de que se cumplan estas dos premisas. Vamos, sin novedad alguna. Según los guiones anteriores, Israel contraofertará intentando alterar las pretensiones de Hamás, pero estos no aceptarán.

Al optimismo, sin embargo, sí apuntan los últimos acontecimientos: Amén del alto el fuego unilateral por ambas partes, los mediadores, con Egipto a la cabeza, siguen poniendo mucho empeño en que cesen las hostilidades en la zona. Además, parece que, ahora sí, la Comunidad Internacional, tras un silencio generalizado de más de tres semanas, está intentando que prevalezca el diálogo.

La UE, por ejemplo, ha salido recientemente a la palestra para pedir la reconciliación y la unidad en Palestina como inicio a la solución del conflicto, algo que se antoja indispensable para comenzar a abordar una contienda, la de Palestina e Israel, que dura más de 60 años.

Fatah y Hamás, diez meses después

Dicho y hecho: este mismo lunes se han reunido en El Cairo Azzam Al Ahmed (Fatah) y Jamal Abu Hashem (Hamás) para intentar acercar posturas. Todo un logro si se tiene en cuenta que ambas formaciones políticas, las de mayor representación en Palestina, llevaban diez meses sin reunirse -lo hicieron por última vez en Yemen, en marzo de 2008-. Más aún cuando todavía está caliente el cruce de acusaciones entre las dos facciones por la muerte de seguidores suyos durante el conflicto en Gaza.

La reconciliación nacional es la llave para la solución (Al Ahmed, de Fatah)

Ahora, ya han vuelto a citarse para "una nueva reunión", lo que hace indicar que ha sido un buen comienzo. Para Al Ahmed, "la reconciliación nacional es la llave para la solución de todos los asuntos como la apertura de los pasos fronterizos y la reconstrucción de Gaza".

El líder de Hamás, Khaled Meshaal, comentaba en los días previos al alto el fuego a un grupo de periodistas españoles en Damasco al respecto de las relaciones con Fatah que "no son buenas, por desgracia. Estamos con la unidad nacional pero, ¿se puede hablar de unidad nacional sin que se respeten los resultados de unas elecciones? Nosotros queremos una unidad nacional que se base en el respeto, y en la que uno acepte al otro y viceversa. Y también queremos que el poder central se aleje de la corrupción".

Las elecciones de 2006

Hamás reprocha al partido fundado a finales de los años 50 por Yasir Arafat que no respetara, como Israel o EE UU, el resultado de las elecciones de enero de 2006 en las que Hamás ganó por amplia mayoría -hubo observadores del Consejo de Europa que certificaron la legalidad de las mismas, pero esto no impidió que la Comunidad Internacional congelara las ayudas a la zona al considerar en su mayoría a Hamás una organización terrorista-.

Tras las elecciones llegaron a preparar una especie de golpe de estado (Meshaal, líder de Hamás)

"Desde las elecciones de 2006 se están cebando especialmente con Hamás. Aquellos resultados les sorprendieron mucho, por lo que se ha hecho todo lo posible, con la ayuda norteamericana y, también por desgracia, con la de algunos países árabes, para cercar a Hamás y sacarlo del poder. Es una contradicción porque ellos hablaban de respetar las elecciones y de los valores de la democracia", comentaba Meshaal.

Insistía el líder de Hamás en recordar que "incluso llegaron a preparar una especie de golpe de estado contra Hamás. El plan del General Dayton es conocido por todos (artículo original publicado en Vanity Fair)", aseguraba desde Siria para luego preguntarse "¿es que hay algún Estado en el mundo que pueda aceptar mantenerse sometido a un asedio y un cerco por tierra, mar y aire que hace que su pueblo no pueda comer? El pueblo palestino no sólo necesita arroz, pan y leche. También necesita libertad, tiene derecho a desplazarse".

Mahmud Abbas, "el gran perdedor"

Todo dirigente tiene que estar cerca de su pueblo"

Meshaal también tenía palabras para el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbas. "A mí me basta con prestar atención a la reacción de la opinión pública palestina y árabe sobre el comportamiento de Abbas. Nosotros le ofrecimos unirnos contra la agresión, pero él nos acusa de ser los culpables. Además, está colaborando con los israelíes contra nosotros. Yo creo que Mahmud Abbas va a ser el gran perdedor, porque todo dirigente tiene que estar cerca de su pueblo", sentenciaba Khaled Meshaal.

Acuerdo de consenso nacional

Las facciones palestinas, sin embargo, sí están de acuerdo -firma incluida- en lo que se conocen como los puntos básicos de acuerdo de consenso nacional:

  • La constitución de un Estado palestino soberano, verdaderamente independiente y libre, en los territorios de 1967*.
  • La constitución de la capital palestina en Jerusalén Este (Los ministerios y órganos de gobierno se encuentran actualmente entre las ciudades de Gaza y Ramala, próxima a Jerusalén).
  • El retorno, o el reconocimiento de su derecho, de los refugiados palestinos (hay más de 5 millones de refugiados palestinos en todo el mundo a los que no se les permite volver).

La pregunta ahora es, ¿llegarán ahora al consenso suficiente, aunque sólo sea por el bien del pueblo palestino? Parece que, al menos, saben que para lograr alguno de sus propósitos están condenados a entenderse. Luego le tocará el turno a Israel, a los estados árabes de Oriente Medio y, como no, también al resto de la Comunidad Internacional.

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