El temporal deja tras su paso una inusual mortalidad en los mamíferos marinos

  • Fueron rescatados una media de seis delfines diarios muertos en los arenales de las Rías Baixas gallegas.
  • Lo normal es que muera uno o dos en el conjunto de las rías.
  • Doce personas murieron por el temporal este fin de semana.
Una ola gigante rompe contra el Paseo Nuevo, en San Sebastián. (EFE / JUAN HERRERO)
Una ola gigante rompe contra el Paseo Nuevo, en San Sebastián. (EFE / JUAN HERRERO)
EFE
Una ola gigante rompe contra el Paseo Nuevo, en San Sebastián. (EFE / JUAN HERRERO)

El director técnico del Grupo de Rescate y Estudios de Mamíferos Marinos (Gremmar), Antonio Rodríguez, expresó el domingo su sorpresa por la alta mortalidad de mamíferos marinos a raíz del temporal de este fin de semana.

Rodríguez explicó que entre el sábado y el domingo tres grupos distintos de Gremmar rescataron una media de seis delfines diarios muertos en los arenales de las Rías Baixas gallegas.

Según indicó el técnico de Gremmar, lo normal es recuperar uno o, como mucho, dos en el conjunto de las rías, "y no cinco o seis en cada una de ellas".

Rodríguez indicó también que, además de los delfines, los técnicos recuperaron un cachorro de foca gris en la zona de San Vicente, e incluso una tortuga laúd, la variedad más grande del mundo.

El viento deja doce muertos

El temporal se ha cobrado doce víctimas este fin de semana. Cuatro niños de entre 9 y 12 años murieron después de que la cubierta el tejado de una instalación deportiva se cayese el sábado en la localidad de Sant Boi, en Barcelona, mientras que dos hombres murieron en dos localidades barcelonesas tras caerles sendos árboles derribados por el viento.

También en Barcelona, que fue la provincia con mayor siniestralidad, una mujer de 52 años falleció al caerle encima parte de un muro de unos dos metros y medio de altura. En Alicante otro hombre, de 51 años, falleció tras la caída de un muro.

La caída de otro árbol se cobró al vida de un sargento de la guardia civil de Tráfico mientras trabajaba en Lugo, donde también un octogenario murió calcinado el viernes como consecuencia de un incendio que se produjo en su domicilio.

Por último, el viento dejó un marinero muerto en A Coruña y se cobró la vida de una mujer de 73 años a la que le cayó una puerta encima.

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