La cocina de Valladolid volvió ayer a ser la protagonista en el certamen de este sector más importante que se celebra en España, Madrid Fusión.

La cumbre, que cumple siete años, decidió invitar de nuevo a la ciudad y por eso 23 restaurantes de la capital confeccionaron un almuerzo en el que se elaboraron nada menos que 18.400 pinchos y tapas que degustaron más de mil comensales.

Cada uno de los cocineros confeccionó su propia tapa y como novedad destacó la recuperación de los guisos, que vuelven a hacerse fuertes entre una cocina cada vez más refinada.

Así, se ofrecieron judiones con pavo escabechado, callos, lechazo, potaje y sopa castellana.

Precisamente, el presidente de la asociación de hosteleros, José Ramón García, resaltó el uso de estos productos y abogó por ofrecer una buena combinación que mezcle platos innovadores y tradicionales, informó Europa Press.

Además de los guisos, también se cocinaron nueve tapas frías, cinco calientes y cuatro postres (todas se recogerán en un libro), que estuvieron acompañadas de vinos tintos de la Ribera del Duero y blancos y rosados de Serrada.

Tras la comida, el alcalde y los hosteleros acudieron a la sala principal del congreso donde presentaron la gastronomía de la ciudad, sus vinos, sus chefs...

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